El Granollers no pierde la ilusión de una gesta en Alemania

El Granollers estaba señalado para ir esta tarde sumiso al matadero en su pista frente al Flensburg alemán, uno de los grandes de Europa, que no pierde desde diciembre. Y ganó el conjunto de la Bundesliga (30-31) por una diferencia tan exigua que no resuelve la eliminatoria, que deja abierto el sueño vallesano de una nueva gesta en una cancha contraria. Un gol no es una renta imposible a un todo o nada en sesenta minutos. También lo sabe el cuadro alemán, plagado de estrellas internacionales, de campeones de Europa y del Mundo, de gente de primer nivel, que se encontraron con un juvenil e irreverente equipo español que en la Liga Asobal anda en crisis, y abandonó contrariado la pista del Pabellón Olímpico.

Esta vez las joyas del Granollers fueron los de siempre, sí, los jóvenes de talento infinito con Gurri, Reguart y Yusuf. Pero el partido lo equilibraron dos veteranos: el pivote Esteban Salinas, que en los seis metros peleó con Golla y Hald, defensores de prestigio, y fue mejor que los dos: seis tantos sin fallos, y penaltis para su equipo; el otro, Antonio García, seis tantos, el último (30-31) de golpe franco y el reloj a cero.

En realidad, en este encuentro la estrella fue Kevin Moller (18 paradas); el portero que pasó por el Barça fue el que maquilló los errores defensivos de su equipo: paró en situaciones de uno contra uno, cuando lo normal en un portero es encomendarse a la providencia en esas situaciones. De no ser por la actuación del danés, en general, el Granollers bien podría haberse llevado la victoria, porque del 14-17 al descanso fue capaz de igualar el encuentro.

Los goles del Flensburg llegaron por los extremos (Jacobsen y Hansen) y por el lateral Mensing, pero que Golla sólo aporte dos, y eso que los alemanes atacaron con siete durante muchos minutos de la segunda parte, magnifica el trabajo de Rey y Amigo en el centro del 6-0, reconvertido en ocasiones puntuales en 5-1 cuando Reguart no llegaba al cambio. Así es este Granollers, que no se resiste a abandonar la Liga Europea en los cuartos de final, y al menos tiene una semana para soñar con otra proeza.