NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BALONMANO | MUNDIAL

El covid vuelve a escena

Varios equipos critican con dureza el protocolo establecido por la IHF para la disputa del Mundial de Balonmano de Polonia y Suecia que empieza este miércoles.

EFE
Imagen de un partido entre Dinamarca y Suecia en el Mundial de Balonmano 2019.
RITZAU SCANPIXREUTERS

Cuando el mundo del deporte parecía haber dejado atrás la pandemia de coronavirus, la polémica suscitada por el protocolo sanitario establecido por la Federación Internacional de Balonmano (IHF) para el Mundial que arrancará este miércoles en Polonia y Suecia ha devuelto al covid al primer plano.

“Personalmente no entiendo por qué estamos haciendo esto. En Suecia el tiempo del coronavirus ha terminado y ya no se califica como una enfermedad peligrosa para la sociedad desde el pasado mes de abril”, señaló el técnico asistente de la selección sueca Michael Apelgren.

El preparador escandinavo no entiende, al igual que otros jugadores y entrenadores, que la IHF, pese a la actual situación de la pandemia, mantenga las mismas restrictivas medidas aplicadas el pasado año en el Campeonato de Europa cuando el mundo se encontraba inmerso en plena oleada de la variante omicrón.

“Han hecho un protocolo basado en situaciones preexistentes cuando las condiciones sanitarias son diferentes, porque a día de hoy en Europa no estamos inmersos en ninguna nueva ola y el índice de vacunación de los participantes es mucho mayor”, indicó el médico de la selección española de balonmano, el doctor Juan José Muñoz Benito, en declaraciones a EFE.

Entre las medidas establecidas por el protocolo sanitario destaca el período de aislamiento de cinco días fijado en el caso de dar positivo en alguna de las dos pruebas, una a la conclusión de la primera fase y otra al término de la ronda principal, a las que se someterán los jugadores durante el torneo.

Una circunstancia que retrotrae a lo ocurrido hace un año en el Europeo de Hungría y Eslovaquia en el que los equipos se vieron obligados a modificar una y otra vez sus plantillas a causa de los numerosos positivos detectados en los controles que se efectuaban casi a diario.

“Los jugadores están, con razón, un poco inquietos, como lo estoy yo, porque puedes dar un resultado positivo aún siendo asintomático y eso te condiciona la participación en el Mundial”, explicó el doctor Muñoz Benito.

Además de los controles que se realizarán durante la disputa del Mundial todos los jugadores, técnicos y oficiales de los equipos participantes deberán presentar una PCR negativa realizada 72 horas antes de su llegada a Polonia y Suecia.

“Hemos sido muy cuidadosos y de hecho el equipo ha sido muy contenido, porque ahora mismo no hay restricciones, ni existe una burbuja legal, pero sí hemos extremado la prudencia en la relaciones interpersonales”, recalcó el medico de la selección.

Requisitos que han llevado a algunas selecciones a reforzar las medidas preventivas, limitando, por ejemplo, el contacto con los aficionados para evitar cualquier contagio, algo que parece que continuará durante la celebración del torneo.

“Es una lástima que no podamos firmar autógrafos o hacernos fotos con los niños durante el Mundial que se disputa en tu casa por el riesgo de dar positivo, que no podamos vivir durante el torneo como vivimos ahora en Suecia”, se lamentó Michael Apelgren.

Algo que contrasta con lo ocurrido en otros grandes acontecimientos deportivos recientes como el Mundial de fútbol de Qatar, tal y como destacó el seleccionador francés Guillaume Gille.

“Queremos lavar un poco más blanco que el blanco y no veo la razón. Nuestro vecino, el fútbol, el deporte más universal, ha disputado un Mundial en Catar y creo que en este mes y medio no he oído ni una sola vez las palabras test covid o pruebas PCR”, señaló Gille.

Pero el preparador sueco y el francés no son los únicos que han mostrado su malestar por la rigidez del protocolo sanitario, que la IHF ratificó la semana pasada a través de un comunicado oficial, y a las voces críticas se sumó el portero islandés Bjorgvin Gustavsson, que llegó, incluso, a cuestionar la legalidad de las medidas.

“Las reglas del torneo son más estrictas que las leyes vigentes en los dos países organizadores, por lo que los jugadores son conscientes de que pueden salir en cualquier momento de su aislamiento o negarse a las revisiones”, señaló en un escrito remitido a la Federación Internacional y difundido a través de las redes sociales.

En este sentido, el guardameta incidió que el aislamiento podría ir en contra de “la protección a la intimidad y la libertad de trabajo” de los jugadores que, como recalcó, “todavía sienten profundamente el trauma vivido con el covid en el último Europeo” y que les “inquieta más” que la propia enfermedad.