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Alemania
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Finalizado
Balonmano | Mundial

El cordero se come al lobo

El joven Costa (19 años), bien flanqueado por el poderoso pivote Iturriza, sigue haciendo soñar a Portugal y derrota a Alemania pese al portentoso portero alemán Wolff.

El cordero se come al lobo
Susana Vera
Rafa Payá
Nació en Madrid (1976). Licenciado en Derecho con un master de postgrado en periodismo deportivo. Entró en AS en 2004 en Más Deporte para pasar a motor (15 años) y en 2020 regresó a poli donde hace atletismo, golf, deportes olímpicos... Ha cubierto deportes de motor (F-1, MotoGP, Fórmula E...), europeos y mundiales de atletismo, y eventos de golf.
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Portugal no despierta del sueño. A los mandos de un joven genio, Francisco Costa (8 goles), y muy bien secundado por Victor Iturriza (7), pivote nacido en Cuba, derrota en la prórroga de los cuartos de final del Mundial a Alemania por 30-29. El partido tuvo un montón de alternativas y un nombre propio que estuvo muy cerca de convertirse en el auténtico héroe alemán. El portero Andreas Wolff (33 años), que arruinó las opciones de los Hispanos en las semifinales de los Juegos de París 2024 con 22 paradas, tuvo uno de sus días. Esos que le han valido para ser una leyenda y protagonizar uno de los traspasos más caros de los últimos años para ir del Kielce polaco al Kiel alemán, donde desde septiembre formará dúo con Gonzalo Pérez de Vargas.

Wolff fue el salvavidas de Alemania cuando Portugal metió la sexta marcha para escaparse en el marcador y llegar al descanso cuatro goles arriba (13-9). Ahí empezó el concierto del cancerbero, que fue clave en la plata olímpica de su país, como antes lo había sido en 2016 para alcanzar el bronce en Río y el oro continental en Polonia. El fabuloso Andy hizo que su corpachón y sus reflejos produjeran una sensación de que todo se empequeñecía, como si el guion del partido fuera escrito por Lewis Carroll.

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Portugal se atascó y Alemania tuvo el partido ganado... pero el cordero Costa, con un papel final importante también de su hermano mayor Martim (4 goles), no tenía miedo del lobo, que acabó el partido con un 42% de paradas. Una absoluta barbaridad. Alemania tuvo el ataque, en inferioridad eso sí, de ganar en la última jugada, pero falló. Y en la prórroga, la igualdad llevó la alternativa del ataque final a Portugal y Costa ejecutó. Primera semifinal de la historia para Portugal que, eso sí, tendrá un hueso durísimo, el más duro: Dinamarca.

El cordero se come al lobo
Susana Vera

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