El Cangas parte con ventaja para seguir en la Asobal

No quedan entradas, ni pases de favor, ni de cortesía de algún influyente en el club gallego, porque el Cangas reventará este domingo la grada de O´Gatañal (12:00, LaLiga) donde se espera otro récord de asistencia en su viejo pabelló: las 300 localidades a precios populares se vendieron casi antes de llegar a la taquilla, y el resto ya tenía dueño. Esa es la parte positiva de un duelo a vida o muerte entre el Cangas y el Trops Málaga por jugar la próxima temporada en la Liga Asobal, y también que con Pepe Camiña al mando del espectáculo y la agitación de los choques la afición ha ido creciendo gracias a la imaginación de un exjugador del club que envuelve los partidos en una fiesta, con música en directo, con ambiente más allá de lo deportivo, y con un vermú para este domingo al final del choque que podría ser épico si el resultado acompaña. Hace unos días Antonio García (Granollers), reconocía que “menudo ambiente generan en la cancha del Cangas; es increíble”.

Contra ese ambiente, contra el resultado de la ida (20-24), contra un equipo especialista en vivir siempre al límite y sobrevivir, tiene que luchar el Trops Málaga, que salió de casa el viernes en autocar y ha entrenado en la tarde del sábado con una única idea: cambiar el signo de la promoción que ahora tiene en contra. Alberto Castro, uno de los jugadores más importantes del cuadro que dirige Quino Soler, reconoce “que ahora no hay nada que perder; hay que intentarlo todo”, que es devolver a Málaga a la Asobal 28 años después. Y no es la primera vez que ambas ciudades se enfrenta, porque hace 27 temporadas el Cangas y el Iversur Málaga también se vieron en estas circunstancias.

Nacho Moyano intenta restar confianza en el partido a sus jugadores: “Si no salimos con la tensión suficiente podemos sucumbir. Cuatro goles no son definitivos. No se puede especular; hay que buscar la victoria y cerrar con éxito la temporada”. Además es el último encuentro para algunos jugadores del cuadro cangués, que cambian de aires a partir de julio. Pero antes está acabar el trabajo de un equipo histórico, con once temporadas seguidas en la Asobal, que ha jugado las fases finales de las dos últimas Copas del Rey, y que tras el descenso del Cisne aspira a ser el representante gallego en la élite del balonmano masculino.