El Bidasoa corta en seco la racha triunfal del Cangas

El Bidasoa-Irun se deshizo con mayor facilidad de la prevista del Frigoríficos del Morrazo, por 34-23, en un partido en el que Mario Dorado, del equipo gallego, y Dariel García, del vasco, se fueron al vestuario con sendas rojas directas en el primer tiempo. El Frigoríficos del Morrazo llegó a Irún en racha y que salió trastabillado tras un fatídico inicio de segunda mitad. Entró muy bien al encuentro apoyado en la movilidad del zurdo Martín Gallo e hizo sudar en defensa a un Bidasoa que no encontraba su sitio, aunque Harbaoui minimizaba daños y era clave para que el marcador se mantuviera equilibrado.

Los locales, con la defensa de la segunda plaza en liza, tomaron la iniciativa cuando comenzaron a ponerse serios atrás coincidiendo con la entrada del serbio Jevtic en el centro de la zaga, aunque seguían sin frenar a un poderoso Martín Gallo. Las cosas se torcieron para el Frigoríficos con la roja directa a Mario Dorado, que estuvo excesivo en una defensa a Cavero en la que el extremo bidasotarra terminó lesionado, acción que daría nuevos bríos a los locales para coger tres goles de renta y obligar a parar el partido al técnico canguense Nacho Moyano.

El Bidasoa había picado piedra durante muchos minutos y empezó a sacar fruto del desgaste que su defensa ejercía sobre los gallegos, lo que le permitiría irse con una ventaja de cinco goles al descanso que no reflejó la igualdad ni las penurias que pasaron los guipuzcoanos en ese período.

El Frigoríficos del Morrazo tiró por tierra todo el trabajo realizado hasta ese momento en tres minutos muy deficientes tras el descanso, en los que recibió un 5-0 de parcial que dejaba virtualmente visto para sentencia el choque con un 22-11.

Diego Moyano, sin embargo, no quería arrojar la toalla y tras llamar al orden a su plantel intentó dar con la receta para acercarse en el luminoso y poner un poco nervioso a su rival, pero los irundarras estaban ya desatados y con un Asier Nieto estelar en ataque no tendrían problema alguno para mantener a raya al conjunto pontevedrés.

La defensa local siguió rayando todo el choque a un nivel excelente, salvo en su intento de frenar a un poderoso Forodean, y se hacía imposible para el Frigoríficos poder siquiera entrar en partido, de forma que Jacobo Cuétara dio minutos a sus jugadores menos habituales, que no desmerecieron para rubricar un triunfo incontestable.