El Ademar se lleva el derbi y el Valladolid se rezaga
La primera parte leonesa decidió el partido pese a la reacción vallisoletana, que fue insuficiente.
El Ademar León lamió sus heridas -tres derrotas consecutivas- ante su rival preferido para los desquites, un Recoletas Atlético Valladolid que se complicó sus opciones de lograr plaza en la Copa de España y que tardó en reaccionar haciendo imposible la remontada ante un inspirado Saeid Barkhordari.
Parecía que la situación de ambos equipos favorecía a los vallisoletanos, pero el local supo mostrar una gran defensa en la primera mitad y después administrar las rentas a pesar del colapso ofensivo que sufrió para atacar la defensa abierta del rival.
Los leoneses quisieron marcar desde el inicio la base de su apuesta por la defensa, sólida y contundente, pero además amparada de manera magistral, cuando era superada, por una actuación determinante del guardameta iraní Saeid Barkhordari, que acabaría rozando al final del encuentro el 50 por ciento de acierto.
El equipo de David Pisonero pronto empezó a pagar con numerosas pérdidas su falta de fluidez y solo tras dos tiempos muertos, casi consecutivos, del técnico vallisoletano, su equipo dio un atisbo de recuperación encontrando como arma el contragolpe, para lograr un parcial de 0-3. Sin embargo, Luis Puertas, sustituto en el banquillo ademarista del sancionado Daniel Gordo, paró el partido, su equipo reordenó las ideas y con la magistral dirección de Juan Castro y la ejecución impecable de Adrián Casqueiro, infalible en sus lanzamientos, recuperó la máxima renta de que había dispuesto para llegar al descanso (16-9) con una última exclusión de Toledo, frustrado por su falta de acierto.
Los vallisoletanos cambiaron su cara radicalmente desde el inicio del segundo tiempo, con un ataque más fluido de la mano del luso Afonso Lima, pero sobre todo encontraron la fortaleza que les había faltado en defensa desde un 5-1, cambiando de jugador avanzado y dejando espacios que no supo leer su rival, también condicionado por la lesión de Milosalvjevic y solo sostenido desde las acciones, de nuevo determinantes, de Barkhordari.
En toda remontada hace falta reducir al máximo los errores y al Atlético Valladolid le faltó la fortuna en algunos balones rechazados y tampoco tuvo acierto en momentos puntuales para haberse acercado aún más en el marcador por debajo de los tres goles, hasta que Santista empezó a poner la sentencia a menos de cinco minutos, ya con la tranquilidad en los ademaristas tras los malos minutos pasados.
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