BALONMANO | CAMPEONATO MUNDIAL
Las Guerreras, fuera del Mundial
Con la derrota ante Países Bajos, para estar en el Preolímpico dependen de que Montenegro se meta en cuartos. Aunque hay otras opciones.
En el último ataque de España (21-29), Ambros Martín pidió tiempo muerto. Sólo se explica por escuchar su charla de ánimo a las jugadoras, por felicitarlas por lo que habían luchado. Que en realidad, cuando se reciben dos varapalos seguidos (ante la República Checa y hoy ante Países Bajos) es como reconocer su parte de culpa del juego errático español en este Mundial del que regresa ya. Aun así, mantendrá la vista puesta allí porque queda una última opción de estar en los preolímpicos para París 2024: si Montenegro o Eslovenia se meten entre los nueve primeros, España estaría en los torneos clasificatorios para los Juegos por ser el segundo mejor equipo del Campeonato de Europa 2022 al margen de los ya clasificados para Juegos o preolímpicos (seis de los nueve primeros). Algo que parece bastante factible. En la última jornada, este lunes, se sabrá si se mete en cuartos Montenegro, que se enfrenta a Suecia (20:30) y debe ganar, aunque antes se disputa un Hungría-Croacia, y si las húngaras salen victoriosas, Montenegro ya estaría clasificada. En cambio, España no estará en el Preolímpico si Croacia gana a Hungría (18:00 horas), Montenegro pierde y Rumanía vence a Polonia, recortando la selección rumana los 32 goles en la diferencia general, situación bastante improbable.
Antes del encuentro, España ya sabía que Brasil había ganado a la República Checa. Por tanto, necesitaba ganar por un gol para seguir viva. No sirvió de nada. Países Bajos fue mejor por inercia ante un equipo superado por la responsabilidad, que empezó con una defensa 5-1, que cambió a 6-0, pero que en la primera parte su problema fue el ataque: 9-13 al descanso.
No se mejoró en nada en la segunda mitad, y si se maquilló el marcador fue porque en los últimos minutos salió Danila So Delgado, no utilizada casi en este Mundial, que marcó cinco tantos seguidos. Pero en esta parte la defensa fue un coladero, sobre todo por el extremo izquierdo: se subía tanto a la ayuda que Sprenger lanzaba sola y con espacio: Darly no tenía colaboración para que no la goleasen. Lo peor es que España no intentó nada arriesgado cuando todo estaba perdido, un ataque de siete contra seis, por ejemplo; algo novedoso para salirse del guion, que a lo mejor era un remedio peor que la enfermedad, pero si ibas irremediablemente a morir, intentar algo disparatado se hubiese agradecido.