BALONMANO | CAMPEONATO DE EUROPA
Dinamarca no falla ante la combativa Alemania
Los daneses jugarán la final ante los franceses y los alemanes y los suecos por el bronce y el pasaporte a París.
La selección danesa, ganadora de los tres últimos Mundiales , buscará el próximo domingo ante Francia un título continental que se le resiste desde el año 2012, tras certificar este viernes su clasificación para la final del Europeo de Alemania tras imponerse por 26-29 a los anfitriones en las semifinales. Un conjunto alemán que, sustentado en las paradas del guardameta Andrea Wolff y los goles del joven Renars Uscins, soñó con dar la sorpresa tras marcharse al descanso con una renta de dos tantos (14-12) en el marcador, que se diluyó con el paso al ataque con siete jugadores de campo que ordenó el seleccionador danés Nikolaj Jacobsen, que demostró que la superioridad en los últimos años del equipo danés no se debe sólo a la constelación de estrellas que atesoran los nórdicos.
Figuras como Mikkel Hansen que dio una auténtica lección de cómo jugar el 7 para 6 con una colección de sensacionales asistencias o el cancerbero Emil Nielsen, jugador del Barça, que cerró la segunda mitad con un 42 por ciento de paradas, tras detener ocho de los diecinueve lanzamientos del conjunto germano. Una Alemania que resistió mucho más de lo esperado en una semifinal en la que pocos o nadie hubieran apostado por los de Alfred Gislason de haberse disputado en cualquier otro escenario, pero rla cita era en el imponente Lanxess Arena de Colonia, el templo del balonmano alemán, donde casi 20.000 espectadores acudieron dispuestos a vivir una gesta como la ocurrida en 2007 cuando Alemania, contra todo pronóstico y alguna que otra ayuda arbitral, se coronó campeona del Mundo en este mismo recinto.
Un recuerdo que pareció muy vivo en la cabeza de todos los aficionados germanos que con su gritos no dejaron de impulsar un conjunto alemán, que ya desde el calentamiento se contagió del eléctrico ambiente que se creó en el pabellón. Energía que permitió a los pupilos de Gislason multiplicarse en defensa donde cerraron a base de piernas y más piernas los caminos al gol a un equipo danés que pareció algo sorprendido por la resistencia local. De hecho, Dinamarca no llegó a ponerse nunca por delante, ni tan siquiera con los cuatro minutos de superioridad numérica con los que contó tras las dos exclusiones casi consecutivas con las que fue castigado Sebastian Heymann, que confundió, más de lo aconsejado, la intensidad con la agresividad.
Pero entonces irrumpió la figura del portero Andreas Wolff, que pese a que tardó doce minutos en firmar su primera parada, acabó los primeros treinta minutos con un total de seis intervenciones. Paradas que sumar a los tantos de Renars Uscins que, pese a sus tan sólo 21 años, no dudó en asumir toda la responsabilidad ofensiva en un conjunto germano que encontró en latigazos del joven lateral, autor de cuatro dianas en la primera mitad, el mejor camino hacia el gol.
Tal y como se comprobó a los seis minutos del inicio de la segunda mitad cuando el conjunto danés se puso por primera vez en el encuentro por delante (15-16) con un gol de Simon Hald. El gigantesco pivote danés, un jugador con fama de tosco en ataque, se convirtió en el mejor socio de Mikkel Hansen, que dio toda una lección de como aprovechar la superioridad numérica generada por el séptimo jugador de campo para hacer llegar el balón en ventaja a sus compañeros.
Asistencias que junto a las intervenciones de Nielsen, que por momento llegó a superar el 70 por ciento de paradas, fueron acabando con las esperanzas de una Alemania que poco a poco fue perdiendo la efervescencia inicial. Un hecho que permitió a Dinamarca, que no necesitó la mejor versión de Mathias Gidsel, que pese a todo cerró el choque con cuatro dianas, para dejar resuelto (21-26) el duelo a siete minutos para el final, pese al empeño de los locales que no rindieron jamás como demostró el definitivo 26-29. Ahora Alemania luchará por el bronce ante Suecia, con el premio extra del billete a París