Corrales: “Serbia era el coco entre los posibles rivales”

Rodrigo Corrales (33), de Cangas, es el único gallego de la selección española. El portero del Veszprem, por tanto, ejerce de anfitrión en esta eliminatoria decisiva de los Hispanos frente a Serbia (miércoles, Lalin, 21:00) por un puesto en el Campeonato del Mundo de 2025. Sabe la importancia de un encuentro en un año en que ya se ha sacado adelante un compromiso límite como fue el Preolímpico de Granollers. Ahora, en casa, en Lalín, se afronta otra situación límite.

-Cómo contempla esta eliminatoria?

-Por una parte, con mucha ilusión, y creo que es general, porque la mayoría jugamos fuera y volver a España, con nuestra gente, amigos, aficionados, familia, siempre es un estímulo. No es la primera vez que juego con la selección en Galicia, aunque la mayoría de esos partidos fueron amistosos o por lo menos no de este nivel tan importante, en el que nos jugamos estar en Mundial, decisivo para el proyecto deportivo de España. De otro lado, es un choque duro.

-¿A qué se refiere?

-Pues a que Serbia es un rival muy complicado. En el sorteo, era el coco entre los posibles rivales que nos podían tocar, y ya ves, nos ha tocado. Y además, el partido de ida en nuestra casa. Es decir, no ha sido muy generoso el bombo con nosotros.

-¿Cuál sería un resultado para el partido de vuelta el domingo?

-En el balonmano no hay un resultado que te asegure algo. Mira en la Champions, que el Montpellier le ganó por nueve goles al Kiel y a la semana siguiente cayó en Alemania por diez. Más que una diferencia de goles lo importante es ganar, sí, y acabar con buenas sensaciones. Esta eliminatoria está colocada en un momento raro, y mira a los hermanos Dujshebaev, que se han integrado a la selección el martes porque el domingo tuvieron que disputar la final de la Copa de Polonia con el Kielce. Serbia es una selección muy competitiva, que en los últimos tiempos ha batido en su casa a Francia y a Noruega, Es decir, mucho respeto al rival porque sabemos de su calidad, y a salir sin confianza para ganar por el mayor número de goles posible.

-¿Sigue compartiendo habitación con Gonzalo Pérez, el portero del Barça?

-Claro. Son muchos años y ya somos como de la familia. Existe mucho entendimiento entre los dos, sin ninguna rivalidad, ni siquiera deportiva. Que uno juega más que otro es porque con dos porteros a la vez no se puede jugar. Para nosotros lo importante es el equipo, aportar y la victoria, y nos ayudamos desde siempre para que podamos ser determinantes para el grupo. Que compartamos habituación nos viene bien; ya nos conocemos a la perfección.

-Salió de la cantera del Cangas. ¿Volverá algún día al equipo de su casa?

-Entra dentro de mis planes de futuro, porque es un club que lo está haciendo muy bien con una masa social que sigue creciendo y por la cantera que aporta muchos jugadores. A fin de cuentas es una de las cunas del balonmano español. Pero por mi edad creo que me queda tiempo en el Veszprem, un club muy exigente, histórico, con urgencias, y que siempre busca la excelencia. Esta temporada nos queda luchar por la Copa y la Liga húngaras.

-En la víspera de jugar con el Aalborg en Europa saltó la noticia del infarto de Arpad Sterbik ¿les afectó?

-El Aalborg nos eliminó porque jugó mejor que nosotros, sin duda, pero lo de Arpad (entrenador de los porteros del equipo) claro que nos afectó. Por fortuna todo ha ido bien, y ahora será un estímulo para ofrecerle las dos competiciones que nos restan por disputar.