Cisne-Cangas, un derbi gallego que puede ser fatal
La derrota local le abocaría a un descenso prematuro, mientras que el cuadro visitante necesita el triunfo para aspirar a la permanencia
Se presenta como un derbi gallego de buenas maneras en Pontevedra con sabor a fiesta del balonmano de la provincia (17:00), pero a seis jornadas del final de la temporada, con el Cisne con 11 puntos y el Cangas con 17, con los dos amenazados por la tragedia del descenso, el resultado del choque puede tener un desenlace fatal para uno o, incluso, para los dos equipos.
En la previa la Liga Asobal reunió a los entrenadores Javi Márquez (Cisne) y a Nacho Moyano (Cangas) para fotografiarles bajo el auspicio de una fiesta, con la afición local invadida por algo más de un veinte por ciento de aficionados llegados del área de influencia del Cangas. “En un derbi no hay favoritos ni necesidad de motivar a los jugadores”, dice el madrileño Moyano, que necesita recuperar a su equipo del borrón de la derrota en su propia pista ante el Guadalajara.
El Cisne está casi desahuciado. Sólo le vale ganar en un choque en el que es imposible la concesión, porque el Cangas llega apurado, e incluso el empate le podría resultar insuficiente. Es decir, hay un juego muchos intereses: y a los dos, para lo que resta de Liga, sólo les vale, de entrada, ganar y ganar.