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Blázquez quiere levantar la Ciudad del Balonmano

En los Desayunos de Europa Press hizo balance de sus diez años al frente de la Federación en una gestión marcada por los éxitos deportivos y económicos.

Francisco Blázquez, a la izquierda, en el acto matinal de este martes.
Francisco Blázquez, a la izquierda, en el acto matinal de este martes.

Francisco Blázquez (Valencia, 1972) esta mañana ha hecho un balance de su gestión durante lo diez años que lleva al frente de la Federación Española. En su momento, la elección se retrasó unos meses porque España organizaba el Mundial de 2013, y en las urnas el 22 de abril se impuso en las urnas a Joseja Hombrados, el otro candidato. El valenciano recuerda que se encontró como herencia “a una flamante campeona del Mundo, pero con un déficit que nos llevó a un plan de viabilidad estricto impuesto por el CSD, sin margen para nada”, asegura, exponiendo que a él esos retos son siempre lo que más le motivan.

Diez años después de aquella situación, la realidad ha cambiado: de una Federación con 3,5 millones de presupuesto, y 1,7 de déficit, que generaba menos de un 20 por ciento de recursos propios, Blázquez puede presumir de que su presupuesto actual es de 16 millones, con más del 80 por ciento de recursos propios, y que las selecciones nacionales han aportado 55 medallas internacionales y oficiales “a nuestro país”.

Ha conseguido que las mujeres igualen a los hombres desde el punto de vista económico “en todos los aspectos; cuando yo llegué, por ejemplo, un entrenador nacional masculino cobraba 220 euros al día, y uno femenino la mitad. Eso es historia porque ahora ambos cobran lo mismo”, expuso. Eso sí, tanto Raúl Entrerríos como Silvia Navarro, capitanes de los Hispanos durante mucho tiempo como de las Guerreras, que reconocieron la labor y el liderazgo de Blázquez, no escondieron “lo duro negociador que siempre ha sido”.

Esperaba un punto de inflexión con el Mundial femenino de 2021, “pero por las condiciones inesperada de la situación de pandemia, bastante positivo fue el balance deportivo, y acabar con un millón de euros de beneficio cuando salíamos con tres millones de déficit”.

Aunque hace años planteó que con tres mandatos era suficiente, asegura que concurrirá a la cuarta elección, “que será la última”, porque hay dos hechos que quiere destacar: “La celebración del Campeonato de Europa masculino en 2028, con Suiza y Portugal, y la final en el Santiago Bernabeu remozado con una instalación que se podrá cerrar, como he visto en Estocolmo en los campos de fútbol, y que será el otro punto de inflexión de nuestro deporte, y la creación de la Ciudad del balonmano”.

La Ciudad del balonmano fue una referencia directa a Luis Rubiales, presidente de la Española de fútbol y presente en el acto, y Blázquez propone algo parecido “en algún ayuntamiento de la Comunidad de Madrid”, con un recinto “para 3.500 espectadores, residencia con al menos 60 camas, salas de reuniones, y la infraestructura necesaria para todos los departamentos de la Federación”, que sin duda transcendería a su mandato.