ATLETISMO | MUNDIALES EN BUDAPEST
Un prodigioso Ben se hace hueco en la final de 800
El español de 25 años, que iba séptimo a falta de 200 metros, realiza un sensacional esprint final para entrar con marca personal: “Sueño a lo grande”.
El 800 es una distancia maquiavélica. Y la joya española Mohamed Attaoui lo ha sufrido en sus carnes en las semifinales de los Mundiales de Budapest. Pese a realizar una prueba casi perfecta... se ha quedado fuera. Salió valiente, aguantó la cuerda, se exprimió en el esprint para acabar en 1:44.35, su marca personal y quinto español de todos los tiempos, para ser únicamente quinto. A 0.12 del pase. Tendrá muchas oportunidades, pero el cántabro sabe que tenía la final en las piernas. Saúl Ordóñez era la segunda bala de España. Y también se exprimió, aguantó, peleó, luchó, se colocó bien para ser tercero (1:44.74)... que tampoco le valió.
Sólo quedaba Adrián Ben, el campeón de Europa en pista cubierta. El único español junto a Tomás de Teresa que ha estado presente en una final de 800 en unos Mundiales al aire libre. El gallego salió atrás, el ritmo era altísimo y Ben sabe que el 800 se hace largo. 49.53 el paso del 400, rapidísimo. A falta de poco más de 200 metros, el mediofondista español era séptimo y ahí empezó la remontada. Sorteando rivales en la recta como si fuera en zigzag pese a ir pegado a la cuerda. Volando sobre el tartán de Budapest para entrar segundo con 1:43.92 (marca personal y cuarto español de la historia) y billete directo a la final del sábado (20:30). “Sueño a lo grande y mi idea es mejorar el sexto de Doha y el quinto de los Juegos. He hecho marca personal, mínima olímpica y estoy en la final. Qué más puedo pedir”, asegura Ben.