“Tengo asma, alergias, dislexia, TDA, ansiedad y depresión... y soy el más rápido del mundo”

“Tengo asma, alergias, dislexia, TDA (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), ansiedad y depresión. Pero te diré que lo que tienes no define lo que puedes llegar a ser. ¡Por qué no tú!”. Noah Lyles, el recién coronado campeón olímpico de 100 metros en París 2024, el hombre más rápido del planeta que ganó por ¡5 milésimas’ al jamaicano Thompson proclama a los cuatro vientos que se pueden conseguir cosas que en momentos de la vida parecen un sueño imposible.

Calzado con sus Adidas Y3 Spikes, las zapatillas de clavos que le hicieron volar en el tartán morado del Stade de France, el velocista norteamericano de 27 años explicaba tras su éxito cómo lo había gestionado: “Definitivamente, soy un Noah diferente, al 100%. No tengo ansiedad, siento un estrés normal, simplemente sentí el momento. No voy a decir que no sea presión, definitivamente es presión. Decir que el momento no es más grande que yo, que el momento estaba destinado para mí, decir constantemente que va a ser lo que necesito. Son cosas que repetía en mi cabeza”.

Y revela: “Antes de la final llamé a mi terapeuta y me dijo que tenía que dejarme llevar, dejar que las cosas fluyeran, y yo le dije: ‘Está bien, voy a confiar en ti’. Se ha visto el resultado del trabajo en estos tres últimos años. Después de Tokio, sabía que el camino a París iba a ser duro. La presión que debería llevar sería mayor que en 2021. Pero me puse a entrenar y trabajé más duro que nunca. Ahora puedo decir que soy el hombre más rápido en el mundo. Es un sentimiento especial”.