Surrealista: correr una maratón con una piña en la cabeza... ¡sin que caiga!
Moshe Lederfien, de 70 años, sorprendió este fin de semana en Sevilla por su peculiar forma de afrontar la prueba. “Quiero llevar el bien al mundo”, dice.
Correr una maratón es un reto para cualquiera. Correr una maratón con 70 años es un reto al alcance de muy pocos. Correr una maratón con 70 años y con una piña en la cabeza es una extrañeza que, este domingo, se pudo ver en la maratón de Sevilla. Deresa Geleta, en categoría masculina, y Azmera Gebru, en la femenina, fueron los ganadores de la prueba. Moshe Lederfien, sin embargo, acaparó una parte importante de los focos. Su peculiar forma de correr, manteniendo el equilibrio con la mencionada fruta, prontamente empezó a hacerse viral en redes sociales. “Esto está pasando ahora mismo en la maratón de Sevilla”, compartía, por ejemplo, el usuario @PetitJulen en X (antes Twitter) al toparse con Lederfien, que siempre afronta la distancia de Filípides de la misma forma.
Lejos de ser un hecho excepcional, el fondista corre todas sus maratones con una piña en la cabeza. De hecho, tiene una cuenta de Instagram llamada pineapple.marathon.runner (el corredor de maratón de la piña) en la que va compartiendo sus aventuras alrededor del mundo. Más allá de Sevilla, el corredor, israelí y de 70 años, también ha participado en las maratones de Nueva Tork, Viena, Berlín o Valencia. Sus mejores marcas con la piña son de 1h57 en media maratón y de 4h12 en maratón. Ahora, tal y como anuncia en sus redes sociales, también está entrenando con una sandía. “He tenido una buena carrera hoy en Sevilla. Nos vemos el año que viene”, escribió en las historias de la mencionada cuenta de Instagram después de superar su enésimo reto, al que le da un significado más allá de la propia extravagancia.
El origen de todo
“La fruta es uno de los alimentos más importante para las personas y quiero llevar ese bien a todo el mundo. La conexión entre el hombre y la naturaleza, el cuerpo y la mente son inseparables. Así que la piña no se me cae de la cabeza: se mantiene e incluso a gran velocidad”, explica Lederfien en una entrevista para Russia Running. En 2019, completó once maratones con la piña en la cabeza. Su aventura, sin embargo, empezó mucho antes, con 53 años, cuando sufría diabetes, una presión arterial elevada y pesaba 130 kilos. La situación física tenía su origen en la Guerra de Yom Kipur, en la que participó como combatiente y tras la que sufrió un shock. Actualmente, entrena unos 30 kilómetros al día y corre con una piña (y una sandía próximamente) como metáfora de la importancia de la fruta en su recuperación.