Rutilantes estrellas y sonoras ausencias en Eugene

Todos los atletas tenían apuntado en su agenda la gran cita, el estreno de EE UU como anfitriona de un Mundial al aire libre en la casa de Nike, la Universidad de Oregón. La gran mayoría de grandes nombres están ya en la pequeña localidad al noroeste del país, pero también hay importantes bajas por distintas razones. Entre las más destacadas están: el saltador de longitud cubano Juan Miguel Echevarría, su homónima norteamericana Tara Davis, el lanzador de jabalina alemán Johannes Vetter, la velocista namibia Christine Mboma, la saltadora de altura rusa Mariya Lasitskene, el rey de la maratón masculina Eliud Kipchoge y la reina de la femenina Peres Jepchirchir, el mediofondista botsuano Nijel Amos, el cuatrocentista bahameño Steven Gardiner, la lanzadora de martillo polaca Anita Wlodarczyk, la velocista local Sha’Carry Richardson, o el velocista colombiano Anthony Zambrano. Además, en la delegación española faltan muchos nombres como Ana Peleteiro, Orlando Ortega, María Vicente, Jorge Ureña, Bruno Hortelano, Esther Guerrero o el triplista Jordan Díaz, que aún no puede vestir la elástica nacional.

La parte negativa en cuanto a bajas es amplia, pero lo es aún más la fantástica conjunción de estrellas que deben ser las que perduren en la memoria de los aficionados por sus gestas en Hayward Field. Estos son las ocho que más deben brillar a priori:

-’Mondo’ Duplantis. El Ícaro de la pértiga no tiene rival entre los seres humanos y su pelea es únicamente contra sí mismo. Viene de batir el récord mundial al aire libre tras franquear el listón en Estocolomo sobre 6,16 y en marzo en Belgrado saltó por encima de 6,20 en el Mundial de pista cubierta de Belgrado. En el currículum del sueco de 22 años aún falta la medalla de oro en un Mundial al aire libre. Nada parece poder evitarlo.

-Yulimar Rojas. Pese a que la prodigiosa venezolana no podrá finalmente doblar para intentar un doble oro en los dos saltos horizontales, que no esté en la longitud acerca un poco más verla de nuevo hacer temblar el récord del mundo que la saltadora que entrena y vive en Guadalajara dejó en 15,74 en el Mundial indoor de Serbia.

-Elaine Thompson-Herah. La reina de la velocidad quiere reeditar su supremacía que le llevó a ganar tres oros en los Juegos de Tokio... tras reeditar su doblete en 100 y 200 de Río. La jamaicana tiene el enemigo en casa ya que sus compatriotas Shelly-Ann Fraser-Pryce y Shericka Jackson están cansadas de sumar platas y bronces.

-Jakob Ingebrigtsen. El vikingo africano de 21 años quiere ser el dominador absoluto del 1.500... y también del 5.000. El calendario se le ajusta como anillo al dedo al noruego que está dispuesto a continuar una tiranía que ya inició en los Juegos de Tokio. El doblete, con la cantidad ingente de grandísimos rivales con los que se encontrará, le situaría en un nivel pocas veces alcanzado.

-Karsten Warholm. El extraterrestre que maravilló al mundo bajando de 46 segundos en la final de Tokio de 400 vallas busca su tercer título mundial consecutivo, pero llega a la cita de Oregón sin haber competido por lesión y tiene a sus dos grandes adversarios en un estado de forma aterrador: el brasileño Alison Dos Santos y el norteamericano Rai Benjamin.

-Sydney McLaughlin. “Cada vez que vengo aquí, siento que algo increíble va a suceder”, asegura la prodigiosa velocista de vallas sobre el mítico estadio dela Universidad de Oregón. Su 51,41 en junio parece sólo alcanzable de rebajar para ella, que llega dispuesta a hacer sonar el himno norteamericano en su Mundial y, de paso, derrotar a su compatriota Dalilah Muhammada, campeona olímpica de Río 2016 y campeona mundial defensora, y a la talentosa neerlandesa Femke Bol

-Athing Mu. Con 20 años se coronó campeona olímpica del 800 en Tokio y todos los expertos dicen de ella que es una atleta diferente. Su techo es infinito y la apodada ‘nueva Juantorena’ quiere de nuevo plasmar su perfecta y casi inhumana técnica para el mediofondo para seguir cosechando éxitos y marcas históricas.

-Allyson Felix. La leyenda del atletismo (36 años) se despide en Oregón intentando sumar en el 4x400 mixto su medalla 18ª en un Mundial al aire libre tras doce oros, tres platas y dos bronces, a las que añade once medallas olímpicas, siete de oro. No hay palabras para definir a la atleta femenina más condecorada en la historia de los Juegos Olímpicos y a la más, tanto masculina como femenina, en la historia de los Campeonatos Mundiales.