“Que la gente disfrute de la mejor final de la historia de España”

Fuera de Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos, es la mejor carrera del mundo de 1.500. Con permiso de Kenia, no hay otro país con tanto nivel general en la distancia. “Me puedo imaginar un podio completamente español. Es una posibilidad y, la verdad, no me extrañaría nada”, decía Mario García Romo a AS en la previa de los Nacionales, pero hablando de los Campeonatos del Mundo de Budapest, del 19 al 27 de agosto. Este sábado, en otro día de calor (sensación de unos 38 grados) y humedad (sobre el 50%), el público de Torrent disfrutó por primera vez de su prueba estelar. Este domingo, a las 12:25, se pondrán en juego las medallas, con serias implicaciones de cara a la lista húngara. Antes, toma de contacto, tres series de semifinales con victorias para el propio García Romo, vigente campeón, Mohamed Katir e Ignacio Fontes, con Adel Mechaal segundo. Sin errores. Constelación de estrellas.

“Que la gente encienda los televisores y pueda disfrutar de una de las mejores finales de la historia de España, si no la mejor”, decía Romo tras vencer en su serie, de ritmo lento, que controló sin complicaciones (3:46.49). En las dos últimas vueltas, aceleró sin respuesta, con Jesús Gómez y Yahya Aouina recogiendo los otros dos billetes para el domingo. Como el atleta afincado en Boulder (Colorado), Katir también evitaba cualquier atisbo de sorpresa. En una serie de ritmo casi idéntico (3:46.40), el de Mula, que sonreía mientras controlaba la carrera, cambió de ritmo en dos ocasiones tras el toque de campana, con mucha superioridad. Tras él, Pol Oriach y Gonzalo García. En la semifinal más rápida de la mañana, que repartió los tres puestos por tiempos (Hamid Abdelhakim, Youssef Taoussi y Pablo Bravo fueron los agraciados, con Pol Moya tercero), Mechaal, capo del grupo, no pudo evitar la victoria de Fontes (3:42.92), con opciones de estar en Budapest.

El espectáculo está servido. Hace mes y medio, en la Diamond League de Oslo, Katir se quedaba a 13 centésimas de su propio récord de España. Con un 3:28.89, sólo el noruego Jakob Ingebrigtsen, que reforzaba su condición de plusmarquista europeo (3:27.95), le podía superar. En esa misma carrera, García Romo entraba a formar parte del club más prestigioso de la distancia. Con un tiempo de 3:29.18, se convertía en el tercer español capaz de bajar de 3:30. Además de Romo y Katir, que lo ha logrado en tres ocasiones, sólo lo consiguió Fermín Cacho (3:28.95, en Weltklasse 1997). Tras ellos, en los registros históricos nacionales, con otra marca de Mario García antes, aparecen Reyes Estévez (3:30.57, en los Mundiales de Sevilla de 1999) y Mechaal (3:30.77, en los Juegos de Tokio).

En total, en Torrent, están seis de los ocho mejores tiempos españoles de siempre en los 1.500 metros. Además, en posesión de sólo tres hombres que, pese a ello, no tienen asegurada su presencia en los Mundiales de Budapest. Ese es el nivel. Katir, Romo y Mechaal tienen mínima World Athletics (WA), como un Adrián Ben ausente en la prueba nacional (compite en 800). Jesús Gómez e Ignacia Fontes, por su parte, tienen la mínima de la Real Federación Española de Atletismo y los puntos necesarios en el ranking de WA (estas dos condiciones se deben dar conjuntamente). Los seis, aunque con Ben fuera de la batalla, son seleccionables para estar en los Mundiales. La final, pues, que sólo garantiza plaza en la lista para el ganador, será la última oportunidad para convencer al seleccionar Pepe Peiró. “Será la guerra”, avisaba Fontes. En este caso, bendita guerra.

María Pérez, oro antes de doblar

Como en el caso de la marcha masculina, la Selección femenina de la prueba ya tiene a sus seleccionadas para Budapest: Antía Chamosa (20 km), Raquel González (35 km), Cristina Montesinos (35 km) y María Pérez, que doblará distancia y que este sábado, en Torrent, se proclamaba campeona de España de los 10.000 metros por tercera vez. Sin oposición (45:02.15) y sin récord nacional (42:14.12, también suyo), algo con lo que se especulaba: “No era un día para récord, era para coger sensaciones. Tengo un reto importante en menos de un mes doblando distancia”, decía tras la victoria. Su victoria abrió la jornada matutina y la de June Kintana, en lanzamiento de disco, la cerró. La navarra, sin oposición ni opciones mundialistas, alcanzó los 53,88 metros y su cuarta corona nacional.

De cara a Budapest, María Pérez seguirá sus entrenamientos en altura, en Font-Romeu. Tras la concentración, volará directamente a Budapest. “Ahora, me toca preparar la parte más específica”, señalaba la plusmarquista mundial de los 35 kilómetros, que saludaba a cámara, sacando la lengua, en un desenlace a modo de paseo triunfal. Por detrás, cruzaron la meta la también mundialista Chamosa (45:39.65) y Lidia Sánchez-Puebla (46:01.92), colegas de una disciplina en tiempos revueltos. Como el oro masculino, Álvaro Martín, María también se pronunciaba: “Estoy con Álvaro. La marcha se merece un respeto, es la prueba que más medallas le ha dado al atletismo español y la de más nivel en los Nacionales”, reivindicaba sobre su disciplina, cuya prueba en los Juegos, un relevo mixto de distancia maratoniana, fue anunciada a menos de un año de París.