¿Por qué es sede del Mundial un lugar con la población de Albacete?
Eugene (176.000 habitantes) es la casa de Nike y su fundador se empeñó en que los mejores atletas del mundo compitieran en Hayward Field, el estadio de los ‘Ducks’ de Oregón.
En el 66 E 6th Ave, a poco más de tres kilómetros del campus de la Universidad de Oregón, está el hotel Graduate Eugene. Un lugar de culto de Nike con una extensa colección-museo de generaciones de zapatillas de la firma local, que ahora tiene su sede en Portland (a 179 kilómetros) y que es una de las multinacionales más famosas del mundo con más de 73.000 empleados en todo el mundo y un valor de marca de 29.600 millones de dólares. La historia de la firma del Just do it dio sus primeros pasos en Eugene y Springfield (localidad adyacente famosa en el mundo por ser el emplazamiento ‘original’ de las vivencias de los Simpson) de la mano del propietario de la multinacional, Phil Knight, junto al exentrenador de atletismo Bill Bowerman.
Todo en Eugene está relacionado con ‘Tío Phil’, el fundador de Nike. El emprendedor local es el máximo responsable del prestigio de la localidad de 176.000 habitantes al noroeste del país y de la Universidad de Oregón, cuyo moderno campus está emplazado en ella y cuenta con importantes instalaciones como el estadio Hayward Field, el ‘Campus Phil y Penny Knight’ para acelerar el impacto científico, la facultad de derecho, la ampliación del estadio Autzen, la residencia John E. Jaqua para estudiantes y atletas, el Matthew Knight Arena... Todo gracias a sus generosas aportaciones y su huella es reconocible por todo el campus. También es responsable de que se estén celebrando los Mundiales de Oregón 2022 en la sede con menor población de la historia, muy similar a la de Albacete, Santander o Alcorcón. La primera vez al aire libre en EE UU, por cierto.
El preparador de atletas ‘Ducks’ creó una zapatilla para correr con suela de goma y Knight, corredor de mediofondo, estudiante de periodismo de la que se graduó en 1959 (antes de obtener un posgrado de negocios en Stanford) y miembro del equipo de atletismo de la Universidad de Oregón, se asoció con él para refinar y comercializar este nuevo calzado. En las competiciones que se celebraban en Hayward Field aparcaban y vendían su modelo hacinado en la parte trasera de su automóvil. ‘Blue Ribbon’ fue la primera denominación de la empresa (25 de enero de 1964) antes de convertirse en Nike (30 de mayo de 1971) gracias a Jeff Johnson, el primer empleado contratado, que sugirió ponerle ese nombre en honor a la diosa griega de la victoria. En su primer año en el negocio, vendieron 1.300 pares de zapatillas y se embolsaron 8.000 dólares. Como curiosidad decir que su archifamoso logotipo ‘Swoosh’ fue encargado a la estudiante de diseño gráfico Carolyn Davidson en 1971 que les cobró... 35 dólares.
“Al principio, no podíamos establecernos y tener una tienda física porque no teníamos dinero. Éramos comerciantes de guerrilla”, asegura en su libro un ya veterano Knight (84 años), hijo de Lota Hatfield Knight y William W. Knight, abogada y editor de periódico, que dejó de ser directivo de Nike en 2004 pero sigue siendo presidente del consejo de administración. Y que tiene una fortuna estimada de 35.000 millones de dólares. Knight es la cara más visible de la leyenda Nike, pero nada habría sido posible sin Bowerman, fallecido la víspera de Navidad de 1999, como repiten al ser preguntados los habitantes de Eugene (una localidad con una media de edad de 34 años), muchos de ellos voluntarios en el Mundial en todo tipo de tareas.
Bowerman fue entrenador del equipo de EE UU en los Juegos de Múnich 1972 y asistente en México 1968, cofundador de Nike, comandante del ejército de EE UU y estuvo en la Segunda Guerra Mundial donde ganó una Estrella de Plata y cuatro de Bronce, político, máximo responsable de atletismo de la Universidad de Oregón, inventor... y gran responsable de las carreras populares ya que en 1967 publicó ‘Jogging’ en el que alentaba a las masas a salir a las calles a practicar atletismo con amigos y familiares sin importar el nivel. Vendió más de un millón de ejemplares. El sueño empresarial de ambos se cumplió y el de Knight de llevar los Mundiales de atletismo a Eugene también.