Nacional etíope en la maratón

Si los trials etíopes de 10.000 metros para los Mundiales se disputaron en junio en el estadio ‘Enrique López Cuenca’ de Nerja... la maratón femenina de Budapest parecía el Campeonato Nacional de Etiopía. Después de muchos kilómetros con un grupo compacto, las camisetas verdes tomaron el mando y fueron alejando adversarias con el trascurrir de los metros por las calles de la capital húngara. Cuatro vueltas a un circuito de 10 km que atravesaba la ciudad y tras completar el 75% del recorrido las cuatro integrantes del país africano se escaparon en cabeza: Amane Beriso Shankule, Yalemzerf Yehualaw, Gotytom Gebreslase y Tsehay Gemechu. Solas. Sin compañía de ninguna de las 74 participantes restantes de 47 países.

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Al paso del km 34, una baja. La de Gemechu. Se paró en seco. Problemas y necesidad de atención médica. Retirada. Lo que para otro país habría sido un drama, un abandono en el grupo de cabeza a falta de ocho kilómetros cuando peleaba por el oro, para Etiopía parecía importarle poco porque todo indicaba que coparían el podio... hasta que la marroquí Fática Gardadi y el cansancio extremo entraron en acción. Victoria para Shankule (2h24:23), la misma atleta que se impuso en la última edición de la Maratón de Valencia, plata de su compatriota Yehualaw (campeona en Eugene 2022) y bronce de Gardadi después de que el cuerpo Gebreslase dijo basta y sólo su cabeza le permitió llevarle a la meta en quinta posición aunque con problemas de coordinación. Meritxell Soler fue la mejor española en el puesto 27º con 2h34:38; Marta Galimany teminó 38ª (2h:37:10), y Fátima Ouhaddou abandonó antes del km 26.