Mo Farah fue víctima de una red de tráfico de personas cuando llegó a Reino Unido
En el adelanto de una entrevista que se emitirá este miércoles en la BBC, el atleta británico reveló su verdadero nombre y cómo fue su abrupta llegada al país.
El atleta británico Mo Farah, una de las grandes figuras del atletismo en las pruebas olímpicas de fondo sobre el tartán y también en maratón, ha querido sacar su lado más íntimo y desmontar el mito de su llegada a Reino Unido cuando era tan solo un crío. Una confesión que revela que la llegada de Farah no fue tan sencilla y en la que se destaca que el propio atleta fue víctima de una red de tráfico de personas.
En el adelanto de una entrevista que se emitirá al completo este miércoles en la BBC, Farah confesó que llegó a Reino Unido de forma ilegal cuando tenía 9 años junto a una mujer que no conocía de nada y que tuvo que cuidar a los niños de otras familias, además de verse obligado a trabajar como sirviete doméstico. Otra de las confesiones que hace Farah es que Mo Farah no es su verdadero nombre, ya que éste se le pusieron en el avión que le llevó de Djibuti a Reino Unido y que su verdadero nombres es Hussein Abdi Kahin. “Durante años ha intentado tener esta historia oculta, pero sólo se puede hacer por un tiempo” aseguró Farah.
Farah también confesó que su padre, Abdi, fue asesinado en la guerra civil de Somalia cuando él tenía 4 años y que él, con 8-9 años, fue llevado a Djibuti para vivir con otra familia antes de volar a Reino Unido junto a una mujer desconocida que le dijo presentándole unos documentos falsos que su nombre era Mohamed Farah. Un viaje que finalmente se convirtió en una pesadilla para Farah, ya que esa misma mujer le rompió una hoja en la que llevaba los contactos de su familia. “Cogió y, delante de mí, lo rompió y lo tiró a la basura. Ahí supe que estaba en problemas. Si quería llevarme algo de comida a la boca tenía que hacer las tareas del hogar y cuidar de los niños. Además, esa mujer me decía: ‘Si alguna vez quieres volver a ver a tu familia, no digas nada’. Por eso a veces me encerraba en el baño y lloraba”.
El atleta fue por primera vez a la escuela cuando tenía 12 años sin apenas hablar inglés, aunque pronto demostró su curiosidad por el atletismo. “El deporte era un salvavidas para mí. La única forma que tenía para escapar de esta forma de vida era salir y correr”. Fue entonces cuando le contó su verdadera historia a su profesión de Educación Física, el señor Watkinson, y éste logró que Farah fuese acogido por otra familia somalí. “Echaba de menos a mi familia, pero a partir de aquí todo cambió. Me quité un peso sobre los hombros y entonces apareció el verdadero Mo”. Además, en el año 2000, el atleta obtuvo la nacionalidad británica bajo el nombre de Mo Farah.
Farah también confesó que hace esta denuncia para poner de relieve el drama del tráfico de personas y cómo el atletismo fue su salvación. “No tenía ni idea de que había mucha gente pasando lo mismo que yo. Eso muestra lo afortunado que fui. Lo que realmente me salvó, lo que me hizo diferente, era que podía correr”.