“Me voy a mojar, me iría satisfecha con una medalla como mínimo”

Los 35 km marcha son la primera prueba de los Mundiales de Tokio (madrugada del viernes al sábado 00:30 en España) y la Selección presenta su mejor carta en la prueba femenina, la que la revista especializada ‘Track & Field’ sitúa como la única medalla segura para el conjunto de 56 atletas que dirige Pepe Peiró. María Pérez (Orce, Granada, 29 de abril de 1996) es una locomotora prodigiosa de 156 centímetros y 48 kilos con un palmarés increíble que incluye dos oros mundiales y dos medallas olímpicas. Antes de enfrentarse a las duras condiciones de calor y humedad, junto a Raquel González y Cristina Montesinos en categoría femenina y Manuel Bermúdez, Daniel Chamosa y Miguel Ángel López en la masculina, atiende a AS.

-Llega Tokio, una cita con unas condiciones muy duras para la marcha: mucho calor, humedad... ¿Cómo se siente?

-Me encuentro bien, aunque es cierto que las condiciones son duras. Amanece a las 5:00am y a las 08:00, la hora de las pruebas, el sol ya pica bastante. Así que sí, calor y mucha humedad, pero esto es lo que vamos a tener todos.

-Hace un año fue oro y plata en París 2024. ¿Cómo han sido esos meses de ese gran éxito hasta ahora?

-Ha sido un año tranquilo donde necesitaba, y lo he tenido, tiempo para encontrarme a mí misma otra vez de nuevo y volver a tener motivación e ilusión. A veces es necesario pararse en este un tan acelerado en el que vivimos. Hay que poner el freno y disfrutar un poco más de lo conseguido, pero también enfocándonos en lo que queremos y deseamos.

-Cuando María Pérez se para a pensar en lo que ha conseguido... (María interrumpe la pregunta y ríe).

-No, no, no, no lo pienso. Si pensara todo lo que he hecho y conseguido, creo que habría acompañado a Álvaro (Martín) en su retirada. Me daría bastante vértigo.

-Precisamente me habla de Álvaro, con él logró ese fantástico oro en el relevo mixto olímpico. ¿Cómo va a ser vivir un Mundial sin Álvaro en la competición?

-Pues mira, yo le he echado a mano desde el primer día de la preparación hasta el último, y ahora también. Seguramente nos seguirá desde casa y aunque no vaya a estar en la meta cuando yo termine los 35 km sentiré ese calor suyo desde la distancia y seguramente tenga un mensaje de él cuando coja el teléfono. Es una persona muy importante para mí que siempre está y va a estar presente: junto a él he conseguido el hito más grande: el oro olímpico. Esa medalla es de los dos y nos va a unir para siempre, para toda la vida.

-En Budapest 2023 ganó el oro en 20 y en 35 km, como Álvaro también. En Tokio el orden es inverso a aquella cita, son primero los 35 y luego los 20. ¿Le influye, lo ha pensado, le beneficia o perjudica...?

-Me motiva porque es un reto más difícil, ya que la prueba más larga desgasta mucho más y encima con este clima también lo hará aún más exigente, pero creo que a veces los deportistas necesitamos esas motivaciones. El doble desafío es diferente a Budapest por lo que te comentaba de la distancia larga primero y por la climatología que tenemos aquí. Hay bajas de última hora en rivales importantes y me habría gustado competir contra ellas en sus mejores condiciones, pero les deseo una pronta recuperación a todas ellas y en especial a Laura (García Caro), porque el equipo nacional la echa de menos.

-Llega el verano y de nuevo la marcha es la gran punta de lanza de las aspiraciones de España en el medallero...

-Siempre es a la marcha a la especialidad que más se le pide y de la que más se espera. Trabajamos en silencio durante el año sin apenas repercusión y cuando llegan las grandes citas somos las mayores esperanzas de sacar medalla. Siempre pasa, estamos acostumbrados. El nivel general del atletismo es muy bueno y estoy segura de que los compañeros del equipo nacional lo van a dar todo y ojalá se consigan muchas más medallas, no creo que solo sea en marcha, aunque es donde más se pone el foco. Aprovecho para decir que estoy en la mejor disciplina del atletismo español, la que más medallas le ha dado y eso al final también hace que se tenga esa esperanza cada verano cuando llegan las grandes citas. Yo estoy tranquila y ojalá que sigamos trayendo buenas noticias, al igual que alguna otra disciplina.

-La marcha ilusiona con medallas, pero especialmente María Pérez. Todo el mundo está pendiente de usted. ¿Eso le hace sentir presión?

-No, estoy tranquila, como siempre lo he estado. Tú lo sabes que has estado en muchos campeonatos, siempre que hablo con vosotros lo habéis visto. Como siempre os dijo el trabajo ya está hecho y el pescado, vendido. Soy consciente de que voy a tener todos los focos sobre mí, pero es parte del juego. Estoy muy contenta con el trabajo que he hecho con el mejor verano de siempre, sin molestias ni problemas. Voy a seguir tocando cabeza (expresión de María similar a tocar madera) y ojalá lleguen grandes cosas aquí. Cada vez que me pongo a la camiseta de España doy lo mejor que tengo, me vacío, y ojalá siga siendo durante mucho tiempo.

“Mi objetivo después de Los Ángeles es ser mamá”

María sobre la maternidad

-Sé que hablar de objetivos concretos no es algo que le guste, pero viene a defender un doble título mundial..., ¿con qué se iría contenta de Tokio?

-Con la sensación de que el trabajo ha salido y que tanto Jacinto (Garzón, su entrenador) como yo lo pensemos; así me iría contenta. Sé que es complicado hacer lo que hicimos en Budapest y reconozco que en mi caso ni lo esperaba. Hemos trabajado y vamos a poner todo lo que tenemos para que salga algo bueno en ambas pruebas... Mira, me voy a mojar, me iría satisfecha con una medalla como mínimo.

-Gracias por la sinceridad. La última. 2025 es el primer año de ciclo olímpico, imagino que hasta Los Ángeles al menos seguro tenemos a María Pérez en competición, ¿verdad?

-Sí, seguramente este será mi último ciclo olímpico. Eso no quiere decir que no siga compitiendo a nivel nacional e internacional, pero sé que cuando llegue a Los Ángeles tendré 32 años y en los siguientes llegaría con 36... y siempre he dicho que más allá del deporte también hay otra vida. Me encantan los niños, pero sé que ahora mismo estando 180 días fuera de casa para estar al nivel que estoy es inviable si viene una criatura al mundo. Por tanto, lo veo difícil porque el objetivo es ser mamá después de Los Ángeles.

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