McLaughlin ‘amenaza’ el imposible récord de Koch de hace 37 años
La prodigiosa vallista correrá los 400 metros lisos desde 2023 y no descarta hacer doblete en los Juegos de París para lograr una doble medalla sólo vista en 1904.
Sydney McLaughlin es una extraterrestre. Su impresionante récord del mundo de 400 vallas en los Mundiales de Eugene con 50.68, 73 centésimas por debajo del récord que ella misma tenía desde los Trials, es una muestra más del fenómeno de Nueva Jersey que, pese a su juventud (23 años), ya es doble oro olímpico en Tokio (400 vallas y 4x400) y triple campeona del mundo (400 vallas y 4x400 en Doha, y 400 vallas en Oregón). Ahora, la norteamericana ha decidido que la historia está para romperla y ha tomado una gran decisión: empezar a correr también 400 metros lisos.
El objetivo máximo en el horizonte es romper el récord más antiguo del atletismo, tanto en hombres como en mujeres, que data de 1985. La alemana oriental Marita Koch paró el cronómetro hace 37 años en 47.60. El tiempo es tan increíble que desde esa fecha ninguna mujer ha corrido más cerca de medio segundo del ese tiempo. La otra fémina que rompió la barrera de los 48 segundos, la checa Jarmila Kratochvilova, hizo 47.99 en 1983. Si alguien puede ‘amenazar’ esas marcas es McLaughlin, que en el relevo 4x400 de los Mundiales fue clave en el oro de EE UU con su 47.91, la séptima relevista más rápida de la historia y la segunda en los últimos 33 años detrás de su compatriota Allyson Felix.
“No creo que vayamos a renunciar a los 400 metros vallas todavía, pero definitivamente queremos expandirnos a los 400 metros lisos y ver qué soy capaz de hacer allí”, dice McLaughlin, que se casó el pasado 25 de septiembre, a NBC Sports. Una decisión que ya antes había deslizado al mismo medio su entrenador Bobby Kersee: “Ese récord mundial se ha mantenido mucho tiempo y nadie se ha acercado a él. Queremos poder probar y ver qué puede hacer Sydney”. McLaughlin nunca ha corrido un 400 individual en una competición oficial absoluta y su mejor marca personal es de 50.07 en 2018, cuando era estudiante de primer año en la Universidad de Kentucky.
Koch está en el horizonte... pero no es la única proeza que puede lograr. ¿Podría hacer doblete en los Mundiales de Budapest del próximo verano? Difícil porque las eliminatorias de la primera ronda de los 400 vallas comenzarán 2 horas y 20 minutos antes de las semifinales de los 400 lisos, pero otro cantar puede ser en los Juegos de París de 2024 cuando por primera vez en la historia olímpica ninguna de las rondas de esas carreras tendrá lugar en el mismo día. Eso sí, seguiría siendo un desafío ya que tendría que correr seis días consecutivos... y un séptimo si se agrega el 4x400. En la línea de McLaughlin hay que resaltar que la neerlandesa Femke Bol logró sendos oros en esas mismas pruebas en el Europeo de Múnich 2022 (más el relevo) tras ser segunda en los vallas del Mundial por detrás de McLaughlin aunque a la lejanísima distancia de 1.73.
Sólo dos veces en la historia de los Juegos un atleta ha ganado una medalla en 400 y 400 vallas, las dos en los Juegos de San Louis de 1904 cuando los estadounidenses Harry Hillman y Frank Waller se repartieron el oro y la plata de ambos eventos. Obviamente en una participación limitada que poco tiene que ver con la élite actual. El tercer objetivo que persigue, éste podría durar aún menos tiempo, es el 48.70 establecido en 2006 por Sanya Richards-Ross, campeona olímpica en Londres 2012, como récord de EE UU. En Eugene 2022, el título mundial fue para la bahameña Miller-Uibo con 49.11.