Marta Serrano, oro de doble esperanza: récord hacia Budapest
La española, de 20 años, se convierte en la campeona más joven de los 3.000 metros obstáculos en unos Nacionales. Acerca mucho los Mundiales.
Es difícil expresar más y mejor las emociones. Marta Serrano, de 20 años, tras proclamarse campeona de España de los 3.000 metros obstáculos, la más joven de siempre en hacerlo, estalló de alegría. “No sé describir cómo me siento”, decía, pero no hacía falta. Con el récord nacional sub-23 y la mejor marca en unos Nacionales (9:26.35), este viernes, en Torrent, empezó a brillar un oro de doble esperanza. Por un lado, la medalla significaba la confirmación de una atleta de futuro esplendoroso (fue bronce en los Europeos sub-23, hace dos semanas); por el otro, acercaba muchísimo los Mundiales de Budapest, que tendrán lugar del 19 al 27 de agosto.
Marta, como Carolina Robles (tercera, 9:32.83), llegó a los Nacionales con la marca mínima de la RFEA (el suelo para ser seleccionable), pero sin los puntos necesarios en el ranking de World Athletics (tienen plaza las primeras 36 clasificadas). Tras su brillante actuación, sería raro que su presencia en los Mundiales, en los que también podría llegar a estar la propia Robles, se escapara. “No me lo esperaba, estaba entrenando muy bien, pero veía tan lejos el absoluto... Pensaba que ya terminaba la temporada, pero ahora puede que no. No sé cuál es mi techo, este año está siendo increíble. Estoy avanzando como atleta, pero con cabeza y con calma, que yo siempre quiero correr mucho”, añadía en meta, con una sonrisa imposible de borrar.
Carolina y Marta entrenan juntas bajo la batuta de Antonio Serrano, padre de la vencedora, como una Irene Sánchez-Escribano (9:27.12) que, con la mínima internacional para Budapest, terminó segunda. Tanto ella como Serrano corrieron para Robles. “Tenía que ser una carrera rápida, para Carolina. Yo le he dicho que le ayudaba”, admitía Marta. Carolina, con urgencia, lanzó la prueba desde el principio. Quería ritmo, ritmo y más ritmo. De hecho, no le valieron los relevos que sus dos compañeras le dieron. Siempre quiso estar al frente. 3:07.91, marcó en el primer kilómetro; 6:16.63, en el segundo. Le pasó factura en un ataque final de Escribano que Marta resistió para terminar rematando. Con un salto de valla exquisito (compitió en pruebas combinadas y su hermana, Ainhoa Serrano, lo hace en heptatlón) y un horizonte dorado.
Oumaiz manda callar
Cuando está inspirado y se siente fuerte, vence como hizo este viernes. Ouassim Oumaiz es un talento muy puro, aunque por pulir. Sin Mohamed Katir, con la mente en el estelar 1.500 (este sábado a las 11:45, semifinales), volvió a explotar. El joven proyecto español, nacido en Nerja hace 24 años, se proclamó campeón de España en los 5.000 metros, distancia para la que ya tenía la mínima World Athletics. Hace dos semanas, en el mitin belga Night of Athletics, Oumaiz lograba su marca personal (13:06.42) con la intención de inscribir su nombre en la lista de Pepe Peiró. En Torrent, un 13:49.84 le valía para imponerse a su gran rival del día, Thierry Ndikumwenayo (13:50.13), también con marca WA, y a un resistente Sergio Paniagua (13:50.19), que se pegó a la dupla de favoritos.
“Me podía esperar una carrera de cualquier tipo: rápida, lenta... Había entrenado muy bien en Madrid y me veía confiado. Mis rivales han estado muy bien, han dado guerra. Cuando entras a la pista, da igual que uno tenga una marca de menos de trece minutos. En un mitin, Thierry hubiera sido favorito, pero los Nacionales son otro mundo”, celebraba Oumaiz, también pupilo de Antonio Serrano, tras la victoria. Ndikumwenayo, este año, había bajado en tres ocasiones de esos trece minutos. La última fue en la Diamond League de Mónaco, la semana pasada, en la que Katir se convirtió en el nuevo plusmarquista europeo. Como apuntaba Ouassim, totalmente empapado (73% de humedad), no significó nada. El de Nerja, en el tramo final, después de pasarlo mal psicológicamente los últimos años, incluso se pudo tomar el lujo de mandar callar.
Pi se une a Redondo y Tobalina
En un viaje de muchas emociones, Laura Redondo se proclamó pentacampeona de España de lanzamiento de martillo. Su rostro fue cambiando durante los intentos: incredulidad, algo de alegría, desesperación... Su objetivo, más allá del oro, para el que tenía poca competencia, era lograr una buena marca que le hiciera subir puestos en el ranking de WA (tiene mínima RFEA). Con 68,11 metros, Su billete a Budapest sigue en el aire. Su brillante trayectoria nacional, sin embargo, sigue alargándose, como la de un Carlos Tobalina que, en peso, no falló: sexto título consecutivo (14ª medalla). El cántabro, pese a tener los suficientes puntos en el ranking, no logró la mínima RFEA (su mejor intento fue de 19,65 metros y se le exigen 20,55). En pértiga masculina, prueba sin opciones mundialistas, triunfó Aleix Pi, que dejó la mejor marca nacional del año en 5,52 metros. “La temporada que viene me gustaría meterme en algún campeonato internacional”, deseaba. La pértiga española lo necesita.