“La raza es un color de piel, una diferencia supermínima”
Las atletas Fátima Diamé y Tessy Ebosele hablaron sobre la lacra del racismo. “Es obvio que en la sociedad hay un problema”, destacan ambas.
Con un moderador tan pertinente como Juan Manuel Bellón, atleta y desde hace años también periodista de AS, Fátima Diamé, bronce este año en salto de longitud en los Mundiales de pista cubierta, y Tessy Ebosele, plata en triple salto de los Mundiales Sub-20 en 2021 y finalista en los absolutos de longitud en 2023, hablaron sobre la lacra del racismo en el deporte. Ambas pertenecen al grupo de entrenamiento de Iván Pedroso en Guadalajara, que se caracteriza por su diversidad, en el que está el campeón olímpico Jordan Díaz. “Es un privilegio poder aprender de tantas culturas, tan diferentes, con brasileños, cubanos, españoles… Es bonito y enriquecedor”, dijo Diamé, valenciana de 28 años, de origen senegalés.
“Nuestro equipo es multicultural. Se escuchan todos los idiomas. Hemos tenido incluso gente de China y me sé una canción en su idioma gracias a ellos. Estando en Guadalajara, podemos viajar por todo el mundo”, apuntó Ebosele, alumbrada en Marruecos en 2022, dentro de una familia nigeriana, y criada en Álava desde que tenía un año y medio, después de llegar a España con su madre en una patera. Fuera de esa burbuja, ni Fátima ni Tessy han sufrido episodios racistas. “En el atletismo hay muchísima diversidad y coincidimos atletas de muchos países, por lo que se aprende de muchas culturas. Yo nunca he sufrido racismo”, admite Diamé. “A mí tampoco me ha ocurrido. La Federación hace un trabajo importantísimo para ayudar y fomentar la diversidad, tanto racial como de género. Poder viajar por todo el mundo aporta conocimiento y, gracias a eso, sales de ese núcleo que puede, tal vez, agravar ciertos comportamientos racistas. En nuestro deporte, ves tantas cosas diferentes, que hay que ser muy cerrado para tener esa clase de pensamiento”, añade Ebosele.
En cuanto a los comentarios feos que, a menudo, se ven en las redes sociales, Fátima asegura que recibe “más buenos que malos”. “La gente se alegra de que ganes medallas, aunque siempre hay dos o tres que están en el sofá y no hacen nada, y ponen algún comentario malo”. Tessy también cree que, afortunadamente, son menos las reacciones negativas que las positivas: “Si estás un poco alicaído y lees justo el malo, te puede afectar. Pero creo que, poco a poco, se está viendo un gran cambio y recibimos impresiones buenas. Hay tres o cuatro peores, pero los obvias y, si te aburres, contestas”.
“Siempre he estado rodeada de gente maravillosa y nunca he recibido ningún tipo de racismo, aunque es evidente que hay. Nosotras, ni en nuestro deporte ni en nuestro entorno, lo hemos percibido”, insiste Diamé. Ebosele no esconde que, aunque ellas no se enfrentan a esa discriminación, “es obvio que en la sociedad hay un problema y se puede tender a ciertas actitudes racistas”. “A veces no somos conscientes, incluso nosotras, del trasfondo que tienen ciertos comentarios. Pero una vez te abres al conocimiento, creo que puedes cambiar esas actitudes para no herir nunca a nadie y vivir en una sociedad mucho más igualitaria y equitativa”.
Sobre los insultos en el Santiago Bernabéu al jugador de Barcelona Lamine Yamal, aunque se declara “no futbolera”, Tessy opina que “hay que evitar cualquier situación que pueda ofender a una persona, porque el racismo son comportamientos ofensivos basados en algo tan simple y banal como el color de piel. Hay que resaltarlo para que, poco a poco, se vaya cambiando”. Que el madridista Vinicius haya defendido a su rival, a Diamé le parece “muy bien”. “Porque somos personas y él ha pasado por lo mismo”. “Que alguien con un estatus tan elevado recalque que esas actitudes están mal, siendo de un equipo rival, es muy bueno. La raza es un color de piel, una diferencia supermínima. Todos somos personas, nos gusta bailar, comer, estar con la final, no hay diferencia ninguna”.
As Deporte en Positivo es un proyecto de compromiso social que fomenta los valores asociados intrínsecamente al deporte tales como el respeto, la equidad, la inclusión, la humildad, la disciplina o la diversidad. Frente a la crispación y al ruido que tan presentes están en la actualidad deportiva en los últimos tiempos, esta iniciativa recuerda que más allá de los goles, las canastas y los récords, el deporte tiene un gran potencial como elemento transformador de la sociedad.