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ATLETISMO | MUNDIALES DE OREGÓN

“La mujer no tiene su lugar en la cocina, puede hacer lo mismo que un hombre”

Odile Ahouanwanou dejó el fútbol hastiada de la discriminación en Benín; ahora sueña con una medalla en el heptatlón de Oregón y ser ejemplo para las niñas de su país.

Eugene (Oregón)
“La mujer no tiene su lugar en la cocina, puede hacer lo mismo que un hombre”

El fútbol era su gran pasión, pero una sociedad machista con falta de interés y de inversión en su país, Benín, acabó con su amor desde niña. Odile Ahouanwanou (31 años) era la capitana de su equipo siendo una adolescente y llegó a jugar con la selección nacional de su país, pero acabó frustrada y abandonó el fútbol para buscarse la vida en el atletismo. “Practicaba atletismo en la escuela primaria y secundaria; y a menudo les ganaba a todos, chicos incluidos, pero no podía verme a mí mismo en este deporte: todo se trataba de fútbol, siempre jugaba.. pero el fútbol femenino no fue lo que esperaba en mi país. Hasta que un día en 2007, me convertí en campeona nacional de Benín en salto de altura y todo cambió”, asegura a BBC Sport África.

Ilusión que llegó tras una gran frustración; por eso su mensaje es muy contundente: “Animo a todas las niñas. De verdad, si quieren hacer algo... tienen que esforzarse. Trabajar el lado psicológico, moral, estar preparadas mentalmente... A mí me han lastimado muchas, muchas, muchas veces. Por eso varias veces quise parar, pero lo que me hizo fuerte también es mi sueño, que la gente sepa de mi país donde quiera que vaya. Las mujeres tenemos una gran capacidad. A menudo se dice que el lugar de una mujer está en la cocina. No, las mujeres pueden hacer cualquier cosa que hagan los hombres. Y afortunadamente, los hombres también están empezando a entender eso. Deben dejar que las mujeres florezcan”.

Odile Ahouanwanou.
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Odile Ahouanwanou.Nassos TriantafyllouPhoto by Nassos Triantafyllou/AZ Sports Images

Odile Ahouanwanou está lista para estar entre las aspirantes al oro en heptatlón en el Campeonato Mundial de Atletismo de este mes, pero las cosas podrían haber sido muy diferentes para la actual campeona africana. “Desde 1960, Benín nunca había tenido una medalla de atletismo en los campeonatos africanos. Cuando escuché el himno nacional en Asaba... el estadio estaba repleto. Cuando ves que todos se levantan para escuchar el himno nacional de tu país, se te pone la piel de gallina”, afirma antes de reconocer: “Todavía tengo mucho que aprender porque no soy atleta. Tengo el cuerpo para eso, pero tuve que aprender muchas cosas en el atletismo. Aprendí a trotar, a pararme erguida, la técnica... Aprendí mucho y sigo aprendiendo. Creo que esa también es mi fortaleza. Estoy orgullosa de eso”.

En los Juegos de Tokio fue 18ª en la disciplina que puntúa 100 vallas, salto de altura, lanzamiento de peso, 200, salto de longitud, jabalina y 800. En su cabeza el sueño de un metal en el Mundial de Oregón y emular a la ghanesa Margaret Simpson, única africana en ganar una medalla de heptatlón en el Mundial al aire libre (bronce en Helsinki 2005). “También aprendí a ser paciente e intentar cosas aparentemente imposibles”.