Juan Botella: “Antes o después, Valencia tendrá su récord del mundo”

Pocas horas después de que Kevin Kiptum y Amaris Beriso convirtieran a Valencia en el segundo mejor maratón del mundo, cuando se estaba empezando a desmontar el escenario del atletismo en el que se convierte la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Paco Borao, Juan Botella y, entre otros, Marc Roig ya estaban planificando la Maratón Valencia Trinidad Alfonso de 2023. Lo hacían con sorpresa todavía por el tiempo de Beriso, con alegría por la carrera vivida y con ambición, porque “la medalla de plata, aún siendo magnífica, no es suficiente”.

Juan Botella, director general de la SD Correcaminos y coordinador de los atletas de élite, atiende a AS para hacer balance de la carrera. Botella habla en presente y de futuro, pero también de pasado. “Caminamos a lomos de Toni Lastra, Miguel Pellicer.. de tantas personas que estuvieron en Correcaminos y que no han podido ver dónde estamos”. Botella aporta datos y argumentos durante la entrevista que corroboran que la Maratón Valencia Trinidad Alfonso es un motor económico y social para la ciudad y un evento deportivo con una estrategia, filosofía e idiosincrasia meditada, trabajada y ejecutada.

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¿Qué le sorprendió más, las 2h01:53 del debutante Kiptum o las 2h14:58 de Beriso?

Lo más sorprende fue la carrera de Amaris Beriso, porque ni ella ni su entorno nos informaron de que estuviera en una forma tan superlativa. He seguido muy implicado emocionalmente la trayectoria de Letesenbet Gidey, porque hizo récord del mundo de 5000 en Valencia en 2020 y después repitió plusmarca en la Media. Desde que compitió en el Mundial de Oregón, solo entrenó para Valencia. He hablado mucho con su entorno estos meses, de algún modo acompañábamos a Letesenbet hacia Valencia y sabíamos que estaba bien. Es una atleta muy profesional y responsable.

¿Le pudo pesar la presión por batir el récord del mundo?

Nada. Letesenbet es un prodigio corriendo. En 2015 salía de la nada y fue campeona del mundo, ha batido cuatro récords del mundo y es objeto de miradas en cualquier carrera. La presión es su ecosistema. Se le veía feliz y preparada, y estoy convencido que lo estaba.

¿Y qué cree que le pasó?

Que el Maratón es una distancia que se hace amar y se hace odiar. Y no todo el mundo tiene una experiencia feliz la primera vez, si por “no feliz” entendemos hacer el mejor debut de la historia de una mujer y una marca de 2h16:49

La cuarta mejor marca de la historia.

Pero ella quería más. A ella le pasa lo que a nosotros organizando, que tiene una mentalidad muy competitiva. Ella quería más. Había que ver a su entrenador llorando o a ella juntando las manos como diciendo que se sentía mal, pero que no había podido hacer más y que la otra atleta había sido mejor. Podría haber puesto alguna excusa, pero no lo hizo y eso le honra. O podría haberse retirado y así no ser batida por una atleta, a priori, inferior. Pero quiso llegar hasta meta y seguro que ya está pensando en su desquite.

¿Les ha dicho que quiere volver en 2023?

Se acaba de quitar las zapatillas. Tiene el maratón demasiado reciente. Pasará unas semanas hasta que decida su calendario y su próxima carrera de maratón.

¿La ve centrándose en maratón?

Creo que es donde tiene más posibilidades de ser campeona olímpica, que es el sueño de toda atleta. A pesar de lo sucedido, no le debe tomar ni le va a tomar manía a la maratón, porque si en un mal día hizo 2h16… Si una distancia como la de maratón te recibe dándote un tortazo y lo único que hace es tambalearte un poco y llegas en 2h16, significa que el día que Gidey le tome la medida a los 42 kilómetros va a ser una competidora terrorífica. Todo sea dicho, supongo que no olvidará ni dejará la pista. Ella decidirá.

Beriso bajó cinco minutos su marca personal en Valencia.

Beriso hizo la carrera de su vida. Fue muy inteligente. Se cosió desde la salida en el grupo de Gidey, se coló en su fiesta, con sus liebres personales. Cuando Gidey ya no podía, cuando cundió el desánimo en ella, como en cualquiera que se estrella con el muro, Beriso supo leerlo. Ahí atacó e hizo una marca que la va a colocar en la lista de salida de cualquier maratón que quiera en el mundo, fue una formidable estratega.

Más allá de Beriso y Gidey, ¿qué balance hace de la carrera?

Se ha dado un salto de calidad, se ha pasado al siguiente nivel. No es que partiésemos del sótano de los maratones, porque ya estábamos entre los seis mejores del mundo. Cada ciudad es una maratón y cada maratón tiene su personalidad. Londres, Berlín, Nueva York, Tokio… La nuestra es hacer una carrera total, una muy buena marca por delante y, a su vez, que no haya huecos de 10 minutos entre los superhombres y las supermujeres y el resto de los mortales.

En Berlín en septiembre se batió el récord del mundo, pero el segundo clasificado llegó a más de 5 minutos. En Valencia seis atletas bajaron de 2h05 y 24 de 2h10.

Y no solo eso. En Valencia 369 atletas bajaron de 2h30. Yo creo que eso, estadísticamente, no ha ocurrido jamás en ningún Maratón en la historia. Eso es una concentración de talento medio de dimensiones pantagruélicas. Y 3800 por debajo de 3 horas. Quién baja de tres horas le dedica mucho tiempo a las cosas del correr. Todos ellos son una fuente de inspiración para sus compañeros y compañeras, que se fijan en ellos y les preguntan, ¿dónde conseguiste tu marca personal? Eso es un efecto arrastre y un motor tremendo para incrementar el turismo deportivo como motor.

El domingo, el 44% de los atletas masculinos de élite lograron su mejor marca personal y el 62% de mujeres.

Y alguno nos falló. El Maratón antes o después te la juega. A Kipchoge se la jugó en Londres en 2020. Pero es lo que te decía de la estrategia de cada prueba. Berlín es una carrera que apuesta por el récord del mundo, a veces centrándose en un solo atleta. Berlín trata con respeto a todos, pero no es un objetivo prioritario que detrás haya profundidad de marcas, porque su objetivo está en la cabeza. En Nueva York el objetivo no es la marca, allí lo que se busca es la lucha entre atletas que van sin liebres en un circuito duro, se busca la competencia pura, la estrategia, la capacidad de cada uno de exponer sus cualidades para la victoria. En Londres, donde sí hay una concentración grande de atletas consagrados, raramente apuesta por debutantes. Seguramente Londres vayan a llevarse en primavera a varios atletas que han corrido aquí este año. En Boston, que es el maratón más antiguo del mundo y también difícil de correr, tampoco hay liebres y el espectáculo es la lucha por la victoria. Cada maratón tiene su identidad, sus objetivos.

¿La estrategia de Valencia es la de apostar por debutantes?

Chebet ganó aquí en 2020, consiguiendo 2h03, y fíjate, este año ganó en Boston y Nueva York. Chebet es hoy un atleta codiciado por las Majors y su escaparate fue Valencia. Poner en la mesa nuevos atletas es una estrategia, aunque no es la única. Nuestro presupuesto es limitado, no podemos competir con otros como Londres, por eso es importante traer debutantes que no están consagrados, porque no son tan caros. A ellos les ofrecemos la oportunidad de estrenarse en la distancia con buenos grupos, buenas liebres y un circuito rápido. Pero también contamos con atletas expertos, porque son necesarios, como lo fue el domingo Tola, porque son un referente para los debutantes y cuando se fueron las liebres (25K) él asumió la responsabilidad durante unos kilómetros.

Es lo que denomina “carrera total”.

Poner a nuevos atletas en el panorama de la élite es otra forma de contribuir a que la Maratón de Valencia se haga grande y cada vez que crece, Valencia como ciudad y España como país también lo hacen. A finales de los 90 los mejores tiempos en las pruebas en España casi nunca bajaban de 2h10 y ahora está Valencia y hay otros maratones muy buenos en el país. Pero aquí no solo buscamos los mejores tiempos en cabeza, que también. A Valencia vienen los mejores de muchos países y eso nos da mucha profundidad en los registros. Estamos manteniendo esa personalidad, pero a su vez dando ese salto de calidad con los primeros. Es un motivo de orgullo y una mayor responsabilidad, pero bendito ese nivel de exigencia. Esa presión es la que queríamos para Valencia desde que en 1981 un puñado de aficionados empezaron a organizar una carrera en la que buscaban que fueran felices los que corren y los que les ven correr. Por eso, no nos vamos a asustar ahora por conseguir los niveles con los que soñábamos hace años.

Desde luego lo de apostar por debutantes se les da bien. Kiptum y Mutiso fueron primero y tercero.

No tenemos una bola de cristal para saber qué atleta va a funcionar. El maratón es una distancia muy compleja para hacer pronósticos, porque tiene esa parte de adaptación, de capacidad del cuerpo para afrontar una distancia extenuante, que a muchos se les atraganta. Por eso hay que tener una combinación de expertos y debutantes. Y luego, por detrás, insisto, no solo hay que hacer caso a los superhombres y las supermujeres, hay que tener también atletas de segunda o tercera fila, pero que son los mejores de sus países, y que ayudan a dar nombre a Valencia en el mundo si logran un récord nacional o una mínima olímpica. Ellos son los que generan una onda expansiva en sus países para que otros atletas miren hacia Valencia. El objetivo es que todo sea un castillo de naipes que vaya cayendo hacia Valencia, desde los que tienen cuatro horas hasta los mejores de cada país.

¿Pasar de 2h03 a 2h01:53 es acercarse al récord del mundo, hito al que parecía solo predestinada Berlín?

Hemos retocado nuestra segunda mitad del circuito, la que transcurre por el centro hasta el kilómetro 34. Es más rápido de lo que ya lo era. Andamos siempre buscando las calles más protegidas, llanas y con un asfalto más favorable para correr. Luego la meteorología fue muy buena. Este otoño, salvo que te llamaras Eliud Kipchoge, no se bajaba de 2:04. Y ahí entra la selección de atletas de Valencia, sobre los que estamos muy pendientes durante meses. Ese seguimiento les hace motivarse, sentirse importantes y nos han respondido. Apostamos por Tola y por cuatro superdebutantes, acreditados por debajo de 58:45 en la Media. Todos muy jóvenes. Sabíamos que uno o dos iban a salir bien seguro. No sabíamos cuál de ellos y, fíjate, el mejor fue Kelvin (Kiptum), el más lento entre ellos en la Media, digo lento entrecomillas, porque tenía 58:42. Su cuerpo fue el que mejor se adaptó a la distancia. Pero ojo, Mutiso fue tercero y Kiplimo y Menguesa bajaron de 2h06. Ninguno falló.

¿Cómo se derriba el “muro” de Berlín?

Con constancia. El Maratón es una distancia muy difícil para hacer pronósticos certeros 100%. Tienes un abanico de favoritos, pero nunca sabes quién se llevará el gato al agua. Mira lo que pasó en categoría femenina. El domingo vivimos una carrera en la que Valencia se puso como segunda ciudad tanto en hombres como mujeres. Solo eso es para sentirte satisfecho. Sin embargo, nos queda la sensación que la medalla de plata, con ser magnifica, no es suficiente. Y esa pasión es la que nos alimenta y la que nos da energía. El circuito ha mejorado y si la climatología es favorable, Valencia es un circuito tan o mejor que el de Berlín. Antes o después, Valencia tendrá su récord del mundo.

¿Se imaginaba hace unos años que estaría hablando con tanta seguridad de batir récord del mundo de Maratón en Valencia?

Caminamos a lomos de Toni Lastra, Miguel Pellicer… de tantas personas que estuvieron en Correcaminos y que no han podido ver nada de esto. Personas a las que admiramos y por las que nos enganchamos al running… gente que en los años 80 llevaba mesas de su casa para los avituallamientos, que ponían pancartas de árbol a árbol porque no había presupuesto para un arco… Es por ellos y también por nosotros, por el trabajo que estamos haciendo ahora, por la ciudad de Valencia, por los patrocinadores que se acercan, no te digo ya la Fundación Trinidad Alfonso, fundamental en este salto de calidad. Por todos ellos tenemos que mirar a los ojos a nuestros rivales, no bajar los brazos y preparar la Maratón de 2023.

¿Cuándo arranca la preparación de la Maratón Valencia 2023?

La misma tarde del pasado domingo ya estuvimos hablando de ella. Y no es metafórico ni quiero venderte una burra. Estábamos desmontando y ya comenzamos a hablar cuestiones de élite. Tras una maratón todos estamos agotados, pero si pienso en 2023 ya me emociono.

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