Ingebrigtsen: “El récord de 1.500 de El Guerrouj sería bonito de batir”
El atleta noruego, reciente campeón de Europa indoor en 1.500 y 3.000 habló con EFE antes de los Mundiales de Pista Cubiernta de Nanjing.

Jakob Ingebrigtsen se ha convertido en los últimos años en uno de los mejores mediofondistas del mundo. Sus resultados lo acreditan pero el noruego también es un atleta que no deja indiferente a nadie. En ocasiones es arrogante y esa actitud le hace ser amado y odiado a partes iguales.
En los Mundiales de pista cubierta de esta semana en Nanjing (China), Ingebrigtsen (Sandnes, Noruega; 2000) espera seguir coleccionando medallas antes de afrontar una temporada ilusionante al aire libre, en la que quizá intente batir el histórico récord de 1.500 de Hicham El Guerrouj, “algo que sería bonito” y que permanece inalterable desde el 14 de julio de 1998.
A sus 24 años, Ingebrigtsen llega a China tras lograr hace unos días en Apeldoorn (Países Bajos) una gesta histórica al ser el primer atleta europeo en conseguir tres veces consecutivas el doblete continental en 1.500 y 3.000 bajo techo. Esos oros se unen a los dos olímpicos en Tokio 2020 (1.500) y París 2024 (5.000), otros dos mundiales en 5.000 (Eugene 2022 y Budapest 2023), seis europeos al aire libre y tres continentales de cross.
“Creo que el viaje a China es muy largo pero antes de la competición voy a hacer lo posible para intentar prepararme lo mejor que pueda. La diferencia de horario y el cansancio del traslado hay que tenerlo en cuenta en la preparación. Creo que va a ser un campeonato emocionante y me siento preparado para competir”, dice el ‘genio’ noruego en una charla con EFE y otros cuatro medios internacionales.
“Yo, realmente, me crezco en un entorno competitivo. Siempre me ha gustado competir, no sólo en el atletismo, sino en la mayoría de las cosas que hago en mi vida. Veo la competición como un factor emocionante, un elemento más de la experiencia”, confiesa.
“Cuando gano, trato de contribuir a algo más grande y para formar parte de la historia del deporte. Me gusta una competición en la que todos intentamos hacerlo lo mejor posible para conseguir grandes cosas. Si no fuera por la competición, no sería capaz de tener tanta dedicación para mi entrenamiento, porque todo es con un objetivo en mente. Y ese objetivo es la competición. Y hay muchas competiciones que se celebran en todo el mundo. A algunas les doy prioridad y a otras no, pero al fin y al cabo, intento hacer todas las carreras que puedo, porque es lo que me gusta”, confiesa.
Con un alto nivel de concentración y los objetivos claros, la ambición que demuestra sobre la pista le está llevando a conseguir unos resultados que, de prolongarse en el tiempo, le pueden llevar a marcar una época.
“Yo diría que soy una persona que a menudo compite contra sí misma para ganar pero también para batir los récords. Siempre estoy intentando mejorar mi propia marca personal, correr más rápido y correr mejor en los entrenamientos. Aun así, todo eso para mí no es un objetivo ni una motivación, porque lo principal es que siempre me centro en mí mismo”, subraya.
“Evidentemente, tengo la suerte de haber mejorado bastante en la mayoría de las distancias. Ese es siempre el objetivo y también el objetivo para el futuro, así que si bato un récord en 1.500 o 5.000 no voy a tratar de dejar de mejorar, aunque bata ese récord. El de 1.500 de El Guerrouj sería un bonito récord para batir aunque todavía está bastante lejos”, apunta Ingebrigtsen, que acredita 3:26.00 desde el 12 de julio de 2024 en Mónaco.
Entrenamientos en altura
El noruego dedica varias semanas al año a prepararse en altura. Los últimos años lo ha hecho en Sierra Nevada, en Granada (España), situado a 2.320 metros sobre el nivel del mar.
“He entrenado en altura casi toda mi vida. Y hemos tenido un plan que ha sido muy similar durante los últimos doce o trece años o incluso más. Hacerlo en Sierra Nevada desde el punto de vista de la calidad es bueno. El viaje es mínimo, no hay desfase horario y las instalaciones son adecuadas. Es mejor que en Sudáfrica”, comenta.
“Llevamos así cuatro años y diría que funciona bastante bien. A menudo, en nuestra formación con nuestro programa somos muy estrictos y cautelosos con las cosas que cambiamos. Pero al mismo tiempo, siempre estamos buscando mejoras, y empezar a ir a Sierra Nevada en lugar de ir a Sudáfrica ha sido una mejora”, destaca.
Para el atleta noruego, al que se le nota suelto en su zancada tanto en la pista al aire libre como en la pista cubierta, hay grandes diferencias entre hacerlo de una forma u otra.
“En pista cubierta todo parece un poco más extremo. Y un poco más ostentoso cuando haces los movimientos porque el resultado puede ser un poco complicado si no haces el movimiento correcto en el momento adecuado. Así que para mí es muy importante la táctica. Digamos que voy de último a primero y es muy importante saber cuándo cambiar el ritmo”, declara.
Carácter dentro y fuera de la pista
La arrogancia que ha mostrado en algunas ocasiones le ha llevado a tener roces públicos con otros atletas. Muy sonado fue el que tuvo hace dos años con el escocés Josh Kerr, que se llevó el oro en los 1.500 de los Mundiales de Budapest 2023.
“Nunca miro a mis competidores y les digo que voy a ganarles. Yo voy a intentar hacerlo lo mejor posible y creo que si doy el cien por cien por supuesto que ganaré. Pero si no puedo hacerlo, a veces puedes perder, así que todo es cuestión de perspectiva y enfoque. Creo que si todo el mundo lo hace al cien por cien, la mayoría de la gente, no solo en el deporte, sino en la vida, tiene muchas posibilidades de ganar y tener éxito”, señala.
“Lo que sí tengo claro es que creo en mí mismo, creo en mi preparación y siempre intento rendir al máximo”, afirma tajante el noruego, que después del Mundial de pista cubierta de Nanjing empezará a preparar la temporada de aire libre aunque todavía no tiene definido un calendario claro de competiciones.
“Aún no he definido mi plan pero hay muchas carreras emocionantes. Quiero priorizar y organizar un verano que funcione lo mejor posible. Para el futuro empezaré a subir de distancia y quizá corra algo más en asfalto pero de momento estoy centrado en la pista”, apunta.
“Los 1.500 metros son mi prueba principal y mi favorita, así que siempre será mi objetivo principal, aunque también intente participar en los 5.000 y los 3.000. Siempre que esas dos distancias no afecten al 1.500 las intentaré hacer. He tenido la suerte de mejorar visiblemente mi marca personal en los dos últimos años. Y sigo creyendo firmemente que puedo continuar así durante muchos años en el futuro. Y como he dicho, todas las carreras son muy diferentes”, comenta.
Tras los Juegos Olímpicos de Tokio, Jakob, junto a sus hermanos Henrik y Filip, decidió prescindir de su padre, Gjert, como entrenador, al que acusaron de “violencia física” con ellos. Un tiempo después, en Budapest 2023, Jakob subió al podio a recoger la plata de los 1.500 y a su lado, con el bronce, estuvo Narve Gilje Nordas, entrenado por su padre, con el que rebajó casi siete segundos su marca personal.
“Tengo un buen equipo a mi alrededor y todos intentamos mejorar en todo lo que podemos, ya sea la nutrición o el descanso, pero también somos muy cautos y no olvidamos por qué estamos en la posición en la que estamos. Nos basamos en principios sencillos en torno a la carrera y el entrenamiento. Y para nosotros es muy importante no cambiarlo demasiado”, apunta.
“Obviamente esa es toda la base de nuestro rendimiento. Quiero tener una mentalidad relativamente abierta cuando se trata de estas cosas. Y no dar nada por sentado. Quiero correr estando muy fresco. Y ganar. Eso siempre”, concluye.
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