“En Los Ángeles pelearé por un mejor puesto que en París”

Si flash fuera español, posiblemente fuese Mohamed Attaoui, o al menos se parecería bastante. Un marroquí nacionalizado español que con apenas 23 años no para de dar pasos agigantados para dejar huella en la historia del atletismo, un devorador de récords que acaba de romper los primeros en su primera gran temporada, destrozando registros que en su día atesoraron Jesús Gómez o Fermín Cacho en los 1.000 metros. Además de conseguir la octava mejor marca de la historia en los 800 metros (1:42.04) y terminar quinto en la final olímpica.

Un año a la altura de los elegidos, logrando la plata en el Europeo, la victoria en el campeonato absoluto de España de La Nucía y una final olímpica después una primera explosión en 2023, en la que se propuso “metas aún más grandes para 2024″ aunque al final consiguió “más de lo esperado”, afirma el atleta lleno de orgullo: “La verdad es que cuando me paro a pensarlo y miro todo lo que he hecho durante todo el año me quedo flipando”.

Attaoui logró la medalla de plata el pasado mes de junio en Roma, metal que supuso un chute de “motivación y confianza” para, apenas diez días después, batir el récord de España en los 1.000 metros y conquistar el Campeonato de España, en el que había quedado subcampeón en dos ocasiones. Con estos resultados, Mohamed accedió a la Diamond League para competir con los mejores del mundo y batir otro récord a dos semanas de los Juegos Olímpicos de París, que fueron el momento más especial del cántabro: “Los Juegos son algo especial, es una experiencia increíble porque al final son cada cuatro años”.

Y es que Mohamed no fue a la Ciudad de la Luz a pasear por los Campos Elisios, y cumplió su objetivo para conquistar un meritorio quinto puesto. “En París me había marcado el objetivo de llegar a la final, fui paso a paso, en la primera ronda lo superé, la semifinal estuvo muy reñida, y en la final tuve que dar todo lo que tenía para conseguir ese gran quinto puesto”.

Uno de los factores claves en el rendimiento de Mohamed es su fichaje por On Running, equipo que cambió por completo el enfoque y el entrenamiento del español. “En On tengo un grupo de compañeros que te exprimen al máximo, tenemos físicos casi todos los días y un psicólogo deportivo, no nos falta de nada”, agradece. “La diferencia más grandes es en cuanto a las instalaciones y en cuanto al equipo de trabajo, al final en Torrelavega estaba solo con mi entrenador”, añade.

Un año después de su fichaje por el equipo suizo, Attaoui explica como ha sido su primera temporada entrenando en diferentes países. “De noviembre a abril entrenamos en Sudáfrica y de mayo a octubre en St. Moritz (Suiza)”. “Entrenar en Sudáfrica es durísimo, hay muchísima humedad y calor, pero cuando vuelves estas como un toro”. Concentraciones que alternan con regresos a casa cada dos semanas, de tal forma que su rendimiento crece exponencialmente “al no tener ninguna distracción, entreno y descanso mucho mejor”.

Mohamed nació en Beni Melal, en pleno centro de Marruecos, y vino a España a los seis años cuando su padre, después de dos años trabajando en Cantabria, consiguió que él, su madre y sus cuatro hermanos pusieran rumbo a Torrelavega después de arreglar todos los papeles: “La verdad es que no me acuerdo muy bien, era muy pequeño, pero todo cambió a mejor”, explica, reconociendo además que su aclimatación fue muy simple: “Cuando estás encantado en un sitio y estás contento, al final te acabas adaptando muy rápido. Siempre nos han tratado genial”.

En sus primeros años en territorio español probó el fútbol, aunque se decantó por el atletismo después de enamorarse de este deporte en los crosses que corría en el colegio, donde empezó a fantasear con llegar hasta donde está ahora: “Siempre soñaba con poder llegar a ser lo que hoy soy, pero bueno, sabía que era muy difícil. No fue hasta hace tres o cuatro años, cuando empecé a ver la posibilidad de que me pudiese dedicarme a esto”. Durante esos años, Mohamed tuvo que lidiar con el fallecimiento de su padre, llegando incluso a dejar el atletismo: “Necesité un tiempo de descanso, de despejar mi mente y de olvidarme de todo aquello”.

Destino o casualidad, cuando Attaoui decidió “poner toda la carne en el asador”, y después de “destrozar” todas sus marcas, recibió la nacionalidad española en 2021, a dos semanas del Campeonato de España de pista cubierta, en el que terminó campeón. “Opté por representar a España porque al final mi vida está aquí, me ha tratado superbién y creo que es el país al que represento, al que le debo todo”, al contrario que en su país natal, que nunca le llegó a contactar, aunque ahora se preguntan ¿Por qué Attaoui compite por España? Cuestión para la que el atleta recalca: “Porque se le ha dado la oportunidad y se le ha tratado de la mejor manera posible”.

Entre risas, Mohamed afirma que prefiere correr el ocho a la milla “gracias al punch” que tiene, si bien no descarta centrarse en el 1.500 en un futuro no tan lejano, aunque de cara a 2025 “los primeros objetivos son el campeonato de Europa y el Mundial de China”, ambos de pista cubierta, sin dejar de lado el Mundial de Tokio. Al preguntarle por los Juegos Olímpicos de Los Angeles, Mohamed lo tiene claro: “Es el gran objetivo a largo plazo”, con la meta de “pelear por una mejor posición que la de París”.

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