“El de arriba me ha tocado con una varita, pero no soy invencible”

María Pérez lo ha vuelto a hacer. El éxito recurrente de la gigante de 156 centímetros nacida en Orce hace 29 años es campeona del mundo. Sí, de nuevo. Por cuarta vez, segundo doblete consecutivo en 20 y 35 km tras el conseguido en Budapest 2023. Ya dobla en metales dorados al siguiente atleta español en la historia planetaria. Tras su éxito, siempre cercana, humilde y simpática la grandina atiende en zona mixta a los medios españoles desplazados a Tokio.

-¿Qué podemos decir ya de María Pérez?

-(Sonríe). Cinco mundiales disputados, cuatro medallas, a casi una por mundial. Estoy feliz porque ha sido una carrera difícil, pero nada de lo que no hubiera dicho aquí el otro día. Que jugaría mis bazas, pero que no soy imbatible. Simplemente, me he adaptado a las situaciones. He de decir que me quito el sombrero porque las que han estado al pie del cañón han sido casi todas las del 35. Creo que se pueden conseguir los sueños, aunque ha sido difícil. No soy invencible y por eso no me he relajado hasta los últimos cien metros porque no quería que me pasara nadie.

-La mexicana González, medalla de plata, nos acaba de decir que soñaba con el oro, pero que estando usted es muy difícil. ¿Siente que las rivales le temen?

-Siento su respeto, y por ejemplo Alegna tiene una técnica de marcha superior a la de cualquiera. Y como decía yo no soy imbatible, me pueden ganar. Además, yo no uso redes sociales pero se filtran mis ritmos, lactatos... cualquiera que trabaje bien puede ganarme. Aquí al final ha sido la que mejor se ha adaptado a las circunstancias, pero digo que no soy invencible.

-Palmisano dice que Duplantis y usted son los mejores atletas del mundo...

-Antonella es especial y nuestra amistad es especial. Anoche le escribí un mensaje, porque es nuestro ritual antes de competir y le dije que había una niña pequeña que en su día soñaba con ser una gran deportista y que soñaba con ser campeona olímpica y mundial.

-¿Pero se siente como ‘Mondo’? ¿A ese nivel?

-No doy el espectáculo que da él, pero creo que el mensaje que doy es que el deporte y la marcha es universal, que se puede practicar en todos lados. No sé si soy Duplantis, soy una niña que viene de un pueblo y sigue viviendo en una ciudad, no he ido a un centro de alto rendimiento, pero soy feliz. Creo que la palabra felicidad está por encima de todo. Tengo una familia y unos amigos que quiero y que me han aportado cosas para crear la María que soy ahora y que sigue madurando. Lo importante es que tengo el mejor equipo y lo tengo en casa. Este es mi sueño, pero también el de Jacinto (Garzón, su entrenador) y creo que los sueños están para cumplirlos. El de allá arriba me ha tocado con una varita y puedo hacerlo, pero lo mejor de todo es poder hacer felices a muchísimos españoles. Al final eso es lo que te llena y eso es por lo que sigo aquí.

-¿Ha notado el cansancio del 35 en algún momento en concreto?

-Sí, y os revelo algo que no ha salido de mi círculo. Tres días después del 35 tenía un dolor en la pelvis y tenía una pubalgia aguda provocada por la deshidratación por todo lo que conlleva un 35. He sabido reponerme, pero claro que lo he notado cuando daba cambios, pero he pensado: ‘Es una hora y media’, y he aguantado sufriendo

-¿En qué pensaba cuando durante la última vuelta?

-Que quería llegar a la meta. Y hasta los cien metros finales que he visto seguro que no venía nadie no me he relajado y he resoplado. El 35 fue más duro por las condiciones, pero aquí la fatiga ha sido mayor.

-Dijo a AS ya en Tokio que se iría satisfecha con una medalla... ¿cómo se va con dos oros?

-Feliz. Si digo la verdad, no tenía pensada una segunda medalla. Sabía que podría, pero también que las rivales me lo iban a poner más difícil.

-Cuatro oros mundiales, uno olímpico, siete medallas internacionales... ¿qué le motiva para seguir?

-Hay una motivación que sigue viva, el oro olímpico individual. En Los Ángeles hora llega la media maratón y los sueños deben continuar.

-El oro de los 20 km lo celebró con una cena, ¿cómo celebrará el segundo?

-Comí sushi y cené una hamburguesa. Hoy me iré a Shibuya a cenar con Antonella que le he prometido un sushi y luego tengo una botella de champán que me lleva esperando 16 días. Daré un trago con la gente que quiero. Quemamos París lo que el cuerpo aguantó y ahora veremos que pasa en Shibuya, un poquito de karaoke y mañana viajo para España. Y cojo vacaciones porque os quiero mucho a todos pero necesito desconectar mentalmente y descansar para cuando vuelva a estar en todos los eventos a los que me inviten todo el mundo.

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