El 4x100 no corre, vuela a la final: “Podemos arriesgar, hay que soñar”

Esperança Cladera, Jaël-Sakura Bestué, Paula Sevilla y Maribel Pérez forman un cuarteto sublime para el atletismo... que también lo bordaría en una coreografía de natación sincronizada por el fabuloso, y trabajadísimo, cambio de testigo. Las chicas de la velocidad demostraron de nuevo que están a la altura de las mejores y por eso mañana (14:06 horas) correrán entre los ocho países que pelearán por las medallas planetarias del relevo corto gracias al 42.53 que les hizo entrar segundas en su serie, únicamente a espaldas de Jamaica (41.80).

Desde aquel fantástico quinto puesto en Eugene 2022, dándose el gustazo de correr en la calle central entre EE UU y Jamaica, el cuarteto patrio, con el cambio de Cladera en lugar de Sonia Molina-Prados. “¿Las claves? Trabajo, constancia, concentración... y que nos reímos mucho”, contaba Jaël a AS. Y nada, o casi nada, ha cambiado en tres años. En realidad no son cuatro, son muchas más con Lucía Carrillo y Aitana Rodrigo esta vez presentes en Tokio, prestas a cualquier situación de urgencia o necesidad.

“Confianza es la palabra de este equipo. La final es el objetivo del año y está cumplido, pero hay que soñar. Podemos arriesgar en los cambios y correr más a full en cada posta. Hemos trabajado mucho y esta es la recompensa, en la final a disfrutar. Este equipo nunca falla porque confíamos muchísimo las unas en las otras”, decían en zona mixta unas felices Esperança, Jaël, Paula y Maribel.

EL 4X400, FUERA DE LA FINAL.

Blanca Hervás voló sobre la recta de Tokio para intentar dar el pase a la final al 4x400 femenino. 50.03 para la madrileña, que se unía al 51.81 de Eva Santidrián, el 51.48 de Carmen Avilés y el 51.44 de Ana Prieto para un agregado de 3:24.76 (segunda mejor marca de España de siempre, el mejor tiempo de un cuarteto femenino español en historia de los Mundiales), a 0.63 del récord de España... a 0.05 de Italia, el último país que entró en la final del relevo largo femenino (domingo, 13:35).

España quedó eliminada pese a la ilusión por estar en la ronda definitiva, como en 1991 en esta misma ciudad (acabaron séptimas del planeta). Las ‘Golden Bubbles’, que maravillaron en el Mundial de Relevos en Guangzhou, no han podido descorchar una nueva botella. Se quedaron muy cerca, eso sí.

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