Oliveira se queda el trono de Khabib tras fulminar a Chandler
Charles Oliveira noqueó en el segundo asalto a Michael Chandler para proclamarse campeón del peso ligero de la UFC. El brasileño tuvo que sufrir en el primero.
Los 16.000 espectadores que agotaron las entradas del Toyora Centar de Houston chillaron al unísono. Charles Oliveira lo provocó. En el primer asalto de su combate contra Michael Chandler estuvo a punto de ser sometido y noqueado, pero se rehizo y en la acción inicial del segundo round cambió la película. Fulminó al estadounidense, provocó la locura en el pabellón y él inició la algarada. Saltó a la mesa de comentaristas, se abrazó con Dana White... e incluso fue a festejarlo con varios amigos suyos entre el público. El nuevo campeón del peso ligero no se lo creía, vivía un sueño que empezó hace 11 años. Ha tenido un largo camino y tortuoso en UFC, pero lo ha cumplido y de la mejor manera posible.
El cinturón del peso ligero estaba vacante tras la retirada de Khabib, por lo que tanto Oliveira como Chandler tenían presión sobre su espalda por la figura a la que sustituían. No pudieron dar mas espectáculo en 5 minutos y 19 segundos. El brasileño lanzó su primera patada y con ella envió al suelo a Chandler, quien con rapidez se rehizo y metió presión. Debía recortar mucha distancia y lo hizo. Ahí, con una mano cazó a Oliveira y le llevó al suelo. La llave que cerró el excampeón de Bellator cerca estuvo de cambiar el combate, pero el brasileño aguantó y revirtió la situación. Tener en la espalda a un experto finalizador como Oliveira no es fácil, pero Chandler lo resistió e incluso le planchó su espalda contra la lona.
Chandler salió del peligro con gran explosividad y con la misma cazó a Oliveira. El brasileño se fue al suelo y resistió como pudo en envite del estadounidense. Eso dio moral a Michael, que salió confiado y fue al cruce. Oliveira pasó lo que le vino y conectó su izquierda justo al 'botón de desconexión'. Chandler intentó la épica, pero el brasileño sabía que estaba ante su momento no lo desaprovechó. Carrusel de golpes, combate parado y fiesta en Houston. El sueño de su vida era de verdad: es el nuevo campeón del peso ligero de la UFC. Merecido.