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HOCKEY

Una saga inagotable

Las hermanas Serrahima juegan en el Júnior de Sant Cugat y continúan con una tradición deportiva desde 1920.

Actualizado a
Una saga inagotable
Gorka LeizaDiario AS

Ellas son Mariona, Anna y Berta. Y faltan Oriol y Marc. Son los cinco hermanos Serrahima que juegan en las categorías máximas del hockey hierba español. Formados en el Júnior de Sant Cugat, las tres chicas debutaron ayer ante el Taburiente (0-1) en la Liga Iberdrola. "El objetivo es desbancar al Club de Campo. Tenemos una espina", advierte Mariona, la mayor, autora de ese primer tanto e internacional absoluta.

La saga de los Serrahima viene de lejos, de hace un siglo. Su bisabuelo fue Maurici Serrahima, fundador del Júnior. "Mi familia vivía en una casa en Sarrià. Allí se jugaron los primeros partidos", explican las hermanas. Su tío abuelo es Joan Serrahima, que da nombre al estadio de atletismo ubicado en Montjuïc, participante en los Juegos de Amsterdam de 1928 y primer campeón de España nacido en Cataluña de 100 metros. "Nuestra familia está muy ligada al deporte. Menos mi padre, quien no hizo hockey, el resto sí han jugado. Hasta mi madre fue tenista y jugó con Arantxa Sánchez Vicario", explica Berta. Su madre es Mireia Castellà.

Así, con apenas cuatro años, todas ellas se encontraron con un stick en la mano. "Mi madre nos traía al club y nos pasábamos todo el día", recuerdan. Mariona es la que dio los primeros pasos. Goleadora, espera con entusiasmo que este 2021 sea el año de su vida deportiva. "Queremos ganar la Liga y también ir a los Juegos de Tokio. Desde 2012 la Selección ha ido creciendo. Le hemos dado más importancia al físico y somos un gran equipo", avisa.

El futuro lo escriben sus hermanas. Berta estudia Diseño y juega de central. Anna es lateral sobre el verde, y fuera de él estudia Relaciones Públicas y Publicidad. "Nuestro reto ahora es el Mundial Sub-21 del año que viene", dicen.

Durante el confinamiento, la casa de los Serrahima ha sido un campo de hockey, repleta de actividades en las videollamadas diarias de cada equipo. Tres meses después volvieron a pisar el campo, pero ahora reconocen que siguen viviendo con "incertidumbre". "No sabemos qué pasará. Todas estamos expectantes", comentan. Pase lo que pase, las Serrahima siguen escribiendo éxitos en su libro de familia.