Lima-Navarro y Lebrón-Galan, final con revancha muy picante
Lucía Sainz y Gemma Triay dan la sorpresa y se meten en la final femenina frente a Ariana Sánchez y Alejandra Salazar
El pádel matinal se puso este sábado de acuerdo con la hostelería, para que los espectadores de la televisión pudiesen llegan a tiempo a la hora del aperitivo, porque a las 12:30 todo estaba finiquitado con la sorpresa del triunfo ta claro de Gemma Triay y Lucia Sainz y el más previsible de Navarro y Lima, que repiten final tras ganar la de Marbella. Luego, por la tarde, se impuso el ránking, y ganaron Lebrón y Galán y Alejandra Salazar y Ari Sánchez
Gemma Triay y Lucía Sainz han cambiado de hábitos y rutinas tras una temporada muy gris para ellas, y lo han hecho para dar el salto a los puestos en los que tienen que estar por calidad. Fruto de esa apuesta es el 6-2 y 6-3 ante Marta Marrero y Paula Josemaría, la pareja que había ganado en el Master Marbella. Es más, en la segunda manga lograron prácticamente un 6-0 tras remontar el 0-3 inicial de la pareja número uno, lo que significa que esta temporada habrá que contar con ellas, finalista por primera vez en la temporada y ante Alejandra Salazar y Ari Sánchez, finalistas en Marbellia que ganaron por un doble 6-4 a Patricia Llaguno y Eii Amatriain; el juego de Ari, espectacular y potente, dio la sensación de una mayor diferencia, pero los números mostraron que entre las dos parejas sólo hubo una ruptura en cada set, si bien es cierto que Patty e Eli ganaron muchos de su saques en el punto de oro, mientras que las vencedoras solventaron su servicio con más facilidad. La final femenina abre la mañana, a las 10:00, y lo transmite en directo GOL TV, y a continuación la masculina.
Que Lima y Navarro ganasen, también en una hora de juego real, 6-3 y 6-2, entraba en los previsible, pero es que además anularon a Chingotto y a Tello, superados de entrada por los números uno y luego a su merced en la segunda manga. Tello apenas pudo sacar a relucir sus dotes de pegador, porque o con globos o con voleas siempre estuvo controlado, y Chingotto bastante tuvo con demostrar su capacidad para correr la pista, una, dos y tres veces seguidas para defender bolas imposibles ante una pareja que lejos de impacientarse puntuaba a la cuarta bola en una demostración de madurez,