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NATACIÓN

Indianápolis abre una nueva era en la natación mundial

Con estrellas como Ledecky, Dressel, Sjöstrom o Pellegrini, arranca la ISL. Mireia, Vall, Lidón y Alba Vázquez participarán en futuras pruebas.

Actualizado a
Indianápolis abre una nueva era en la natación mundial
Maddie Meyer

Jessica Vall recibió hace unos meses un mensaje de móvil. "Soy Katinka Hosszu. Quiero que te unas a mi equipo para la Liga Mundial de Natación (ISL)". La nadadora del CN Sant Andreu pensó al principio que era una broma. La húngara es una de los figuras del circuito, ganadora de medallas mundiales y olímpicas, referente por su rendimiento altísimo durante todo el año. Vall no pudo negarse y será una de las cuatro españolas, junto a Mireia Belmonte, Lidón Muñoz y la júnior y campeona mundial Alba Vázquez, que tomarán parte en esta embrionaria competición.

El caso de Vall resume el posicionamiento de los nadadores a favor de la ISL, que arranca este sábado en Indianápolis con las primeras pruebas. En total hay ocho clubes (cuatro europeos y cuatro estadounidenses) que competirán en seis estaciones a lo largo de este mes y del próximo en ciudades como Nápoles, Budapest, Londres, Lewisville y Washington en busca de ser los dos mejores de cada grupo y poder disputar la final de Las Vegas, que se celebrará los días 20 y 21 de diciembre. Todas las competiciones son en piscina de 25 metros.

Cada club, que cuenta con 24 nadadores (12 chicos y 12 chicas), podrá inscribir a dos integrantes en cada una de las pruebas del programa, que tendrá una duración de dos horas y que se celebrará en formato de final directa. Cada nadador sumará puntos en función de su posición, para finalmente establecer el ganador de cada circuito en una clasificación general. Las competiciones se televisarán por Eurosport y en televisiones de países como Estados Unidos y Australia, por lo que los nadadores también percibirán más premios: 300 dólares por cada punto obtenido (el ganador de una prueba puede sumar hasta seis) y 1.000 dólares si se obtiene en la final. Un atractivo que separa la ISL de la Federación Internacional de Natación (FINA) y atrae a los nadadores.

En ese punto se enfoca la polémica y el debate deportivo. Los meses otoñales suelen ser de carga y de volumen para los nadadores, pero esta competición, en la que hay hasta 46 medallistas olímpicos, obliga a tener ya un cierto nivel de rendimiento, por lo que se solapan el entrenamiento y la competición. Hay nadadores que han optado por no acudir a todas las pruebas con su club, sino a alternar ambos calendarios: Vall (quinta en 200 braza) y Belmonte (cuarta en 400 libre) están desde el viernes en Budapest compitiendo en la Copa del Mundo de la FINA.

Los grandes nadadores se han unido a la ISL, Los grandes nadadores se han unido a la ISL, impulsada por el empresario ucraniano Konstantin Grigorishin. Un ejemplo son los participantes en esta primera parada en Indianápolis, donde se medirán Ariane Titmus, Katie Ledecky, Caeleb Dressel, Lily King, Federica Pellegrini, Sarah Sjöstrom o Chad le Clos. Como ocurre con el atletismo, la natación sale del paraguas federativo para disfrutar de un espectáculo que les debe dar más ingresos y que les obliga a estar en la parte final de la temporada en plenas facultades.