NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

WATERPOLO | GWANGJU 2019

España no puede con un Estados Unidos de otro planeta

La Selección femenina, que no tuvo oportunidad ante un rival que lleva seis años sin perder, se cuelga la plata en el Mundial de Gwangju, su sexta medalla en siete años (11-6).

Corea del Sur
España no puede con un Estados Unidos de otro planeta
ANTONIO BRONICREUTERS

Minutos antes del comienzo del partido descargó una tormenta de agua sobre la piscina de la Universidad de Nambu. Una señal. El decorado de la final entre España y Estados Unidos, el equipo invencible que no pierde un partido oficial desde 2013, no podía ser más épico. Y también lo fue la lucha de las guerreras, aunque solo pudieron plantar cara dos cuartos porque la tormenta perfecta la provocó Estados Unidos (11-6). La chicas de Miki Oca suman otra plata mundial de un valor incalculable, un oro teniendo en cuenta de que Estados Unidos es un conjunto de otro planeta, y siguen ampliando su palmarés: desde Londres 2012 se han subido a seis podios.

El partido duró dos cuartos pese al buen arranque español. Maggie Steffens, la jugadora del CN Sabadell, adelantó a las americanas. La Selección femenina se atascó en ataque porque no hay rival que te someta a más problemas que Estados Unidos. Todas sus jugadoras son superiores físicamente, capaces de defender lejos de la portería de Johnson, un pulpo, la mejor portera del mundo, intimidante. Pese a esas dificultades, Bea Ortiz empató pero Hauschild y Haralabidis pusieron por delante a las campeonas del mundo (3-1).

Vivió España sus mejores minutos, de la mano de Roser Tarragó, quien más acertada estuvo en los lanzamientos. El empate (3-3) daba confianza a las españolas, pero Estados Unidos siguió perforando la portería de Laura Ester pese al esfuerzo de las de Oca. Fischer y Seidemann abrieron brecha. Las americanas no dieron tregua (5-3). La Selección debía mejorar en ataque para seguir teniendo vida en el partido. Pero el tercer cuarto lo pasó en blanco.

Cuando te enfrentes a una portera como Jonhson, con una altura y envergadura de jugadora de balonmano, es clave lanzar a pocos metros o tener confianza. España no logró hallar ni esa distancia ni ese estado anímico. Con un parcial de 4-0, el partido quedó sentenciado a falta de un parcial (9-3). Fischer, Neushul o Fattal se sumaron a la fiesta. Cualquier jugadora de Estados Unidos tenía capacidad para marcar, con un ritmo de ataque superior a la defensa española.

Pese a la falta ya de emoción, España quería seguir dando guerra. Tarragó volvió a anotar de penalti (9-4), pero Estados Unidos siguió con las mismas revoluciones. El banquillo español miraba con tristeza e impotencia el final del partido y las últimas paradas de una Johnson cuyo acierto fue determinante. A un año de Tokio 2020, España ha demostrado que llega mejor que cualquier equipo terrestre. Lo de Estados Unidos es astronomía, pues vienen de algún planeta lejano.