St-Pierre anuncia su retirada: "Las MMA me salvaron la vida"

George St-Pierre (Canadá, 37 años), al que entrenaba el español Jorge Blanco, se retira de las Artes Marciales Mixtas. La noticia comenzó a correr como la pólvora el miércoles cuando la UFC anunció una "conferencia" muy especial del excampeón. Este jueves, el excampeón, lo confirmó: "Hoy anuncio mi jubilación, no hay lágrimas, estoy feliz de hacerlo. Era el momento", aseguró. El canadiense es uno de los luchadores más queridos de siempre. Hacía vibrar a los fans en el octágono, en el que ganó trece campeonatos de la UFC, y fuera era un artista marcial puro. La educación y el respeto siempre fueron su estilo de vida. También en su adiós. Afirmó que "no quiso escribir nada, quería hablar con el corazón", y lo hizo. Primero agradeció a todas las personas importantes de su carrera, después reconoció que las "MMA le salvaron la vida" y por último quiso mandar un mensaje a las nuevas generaciones.

"Retiraros cuando estáis arriba, cuando estáis mejor. No esperéis a que os lo digan, cuando os detengan. Debéis decidir", recomendó. Él lo hace. Había disputado en 2013 su última pelea y se dio un tiempo. En 2017 volvió y derrotó a Michael Bisping para ser campeón de nuevo. Siempre hizo lo que su cabeza le marcó y en su despedida estaba tranquilo. Después de Bisping hubo muchos rumores, pero él sólo quería retos. Pese a hacerlo agradecido a la UFC, el canadiense también desveló que hubiese peleado con Khabib, quien al comenzar los rumores de su retiro le retó por Instagram.

"Quería pelear contra Khabib, pero una vez supe que la UFC tenía otros planes para él decidí que era hora de retirarme. Considero a Khabib el mejor y quería probarme. Cuando vi su comentario me emocioné, pero para ese duelo necesitas tener una promotora y la UFC no estaba interesada", apuntó con claridad. Pese a ello, St-Pierre se retira sin rencores y antes de hacer su anuncio oficial, habló con Dana White. "Me dijo que nadie se retira a tiempo, pero que yo lo había hecho", destacó.

Nunca se ha mordido la lengua y tampoco lo hizo con alguno de los motivos que le llevan a su adiós. Siempre había dejado claro que "nunca quiso estar demasiado tiempo", pero relató con alivio que se quitará, "el estrés del momento de la lucha". Además, St-Pierre mostró su verdadero espíritu marcial. "Detestaba pegar a la gente. Ahora ya no tengo que golpear a nadie más y podré disfrutar del entrenamiento. No voy a engordar ni ser perezoso, siempre voy a entrenar", concluyó con una sonrisa. Eterna, como su carrera. St-Pierre ya es leyenda.