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RUGBY | THE CHAMPIONSHIP

Los Springboks baten a Australia y meten presión a los All Blacks

Si los neozelandeses ganan en Argentina, serán campeones. De lo contrario, el título del Championship se jugará en la última jornada en Sudáfrica.

South Africa's winger Cheslin Kolbe is tackled by Australia's fullback Dane Haylett-Petty during the Rugby Championship match between South Africa and Australia at Nelson Mandela Bay Stadium in Port Elizabeth, South Africa, on September 29, 2018
GIANLUIGI GUERCIAAFP

El The Championship llega a su momento más álgido. Los All Blacks lo tienen a tiro, dependen de sí mismos, pero los Springboks no quieren bajar los brazos. Derrotaron a Australia (23-12) y esto obliga al conjunto neozelandés a vencer, horas más tarde, en suelo argentino. Si los Pumas lograsen un triunfo histórico ante los All Blacks, el título se decidiría en Pretoria (Sudáfrica) dentro de una semana entre los Springboks y el cuadro de Steve Hansen. Toca esperar.

Pudo haber apretado aún más Sudáfrica si hubiese logrado el bonus ofensivo ante los Wallabies, pero el partido entre ambos, como en la ida, estuvo cargado de errores y acabó decantándose por ensayos tempraneros y los pateos de Pollard. Australia atraviesa una grave crisis, necesita ideas, y además regala puntos a sus rivales sin control. A los 20 segundos Beale se había jugado un pase innecesario en su propia línea... y Dyantyi le castigaba con el primer ensayo del partido. Convertido por Pollard, tenía la primera ventaja Sudáfrica. Toomua se probaba con un golpe de castigo, pero fallaba. Los Springboks pudieron sentenciar en la primera media hora, eran superiores a Australia, pero al equipo de Rassie Erasmus tampoco le sobran virtudes (demostrando que su victoria en Nueva Zelanda fue algo aislado).

Dyantyi estuvo a punto de repetir conquista, pero se le escapó el oval. En el 21', una ruptura de línea de Pollard supuso una asistencia para que el minúsculo De Klerk posara bajo palos y el apertura colocara después el 14-0. Australia se levantó, o más bien su medio melé Genia. Se inventó una genialidad para asistir a Hodge en la esquina. Y a ese ensayo le siguió uno del propio Genia tras una ruptura de Koroibete. Con el 14-12 parecía que habría emoción. Ambos se cruzaron pateos antes del descanso, Pollard pasó un par y Hodge marró el suyo, muy lejano.

Con el 20-12 comenzó la segunda mitad, a los cinco minutos Pollard firmó otro pateo (23-12) y ahí se acabó la producción anotadora. Más de media hora por delante, y el electrónico que no se movió. Sudáfrica manejaba su renta, aunque falta de precisión, y Australia, que se iba calentando con el paso de los minutos, seguía ofreciendo errores para enojo de Cheika.

Ni siquiera con los diez minutos en superioridad por la amarilla de Dyantyi (64') inquietó Australia. Ambos tenían prisa por acabar y Sudáfrica se llevó el partido. Le quedan opciones de título, pero para ello deben perder los All Blacks en Argentina y que luego los propios Springboks les ganen en Pretoria. A simple vista, casi un milagro.