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ZONA ROJA NFL

Así los veo: los Giants de Barkley siguen en manos de Eli Manning

Los New York Giants han echado un órdago eligiendo a Saquon Barkley con el pick 2 del draft, pero la consecuencia es que siguen sin relevo para Eli Manning.

Madrid
ARLINGTON, TX - APRIL 26: Saquon Barkley of Penn State poses with NFL Commissioner Roger Goodell after being picked #2 overall by the New York Giants during the first round of the 2018 NFL Draft at AT&T Stadium on April 26, 2018 in Arlington, Texas.   Tom Pennington/Getty Images/AFP
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TOM PENNINGTONAFP

Antes de empezar, una aclaración. Os lo prometo, no le tengo ninguna manía a Eli Manning. Todo lo contrario, lleva casi 15 años proporcionándome risas y diversión a raudales. ¡Un crack! El Dr. Jekyll y Mr. Hyde en la NFL, el arte de ser un coloso y un lelo sin solución de continuidad. Hermanísimo y bicampeón, doble MVP de la Super Bowl y despistado irredento. Hay miradas que te llegan hasta el tuétano, por lo que sea, y la de él es una de ellas. Inolvidable, diferente y genial. Una mirada perdida capaz de encontrar un pase imposible, pero también de no ver la pantalla gigante de la cuenta atrás del reloj. Genio y figura, peluche adorable y puching ball perfecto. Adoro a ese tío.

Otra cosa es que con sus 37 años y medio mal llevados, y su papelón en las últimas temporadas, pueda seguir jugando en la NFL. Y digo jugando, no perpetrando. Por respeto a uno mismo y a los demás. Eso es lo que vamos a descubrir en 2018. Si los Giants tenían razón, si había motivos para creer que ninguno de los quarterbacks disponibles en el draft era un relevo digno y que Saquon Barkley va a convertirse en el mesías del equipo que viste el azul más bonito del mundo. Porque no podemos olvidar que Ben McAdoo llegó a los Giants para sacar lo mejor de Eli, como el entrenador perfecto para su estilo, y se ha marchado por la parte de atrás después de un fracaso mayúsculo. Y Eli, no nos vamos a engañar, ha lucido galones desde su llegada a la NFL, sin que nadie se haya atrevido a toserle y, sobre todo, sin haber tenido nunca un juego de carrera con empaque de actor principal. Barber, Jacobs, Bradshaw, Jennings y demás solo fueron año tras año convidados de piedra de un equipo en el que el patrón del ataque era Eli, y no sé cómo le sentará a un Manning dejar de ser primer plato del banquete.

Inevitablemente, con el diseño de equipo que han hecho Gettleman y Pat Shurmur, Eli pasará a ser una pieza más, y ni mucho menos la más importante. Y pese a tener a Odell Beckham a su disposición, tendrá que empezar a hacer una cosa que nunca le ha gustado, que es bajar la vista, pasar en corto y mover cadenas, que no me imagino a Shurmur obligando a Eli a jugar como los Eagles de Chip Kelly, por mucho que fuera coordinador ofensivo de Philadelphia en esa etapa.

Así que, por muy ilusionante, atrevido y diferente que haya sido lo que han hecho los Giants en este draft, por muy sobrenatural que pueda parecer Saquon Barkley, según muchos analistas el mejor corredor que ha llegado a la NFL en el Siglo XXI, los Giants han podido dejar pasar la ocasión perfecta para encontrar a su quarterback de futuro. Y al final, el morbo de la temporada 2018 del equipo de la Gran Manzana será ver si han acertado o se han equivocado. Algo que, por otro lado, encanta en Nueva York, el lugar perfecto para que nos enteremos hasta el último detalle, y día a día, de cómo va el experimento. Para tranquilidad de todos, John Mara, propietario del equipo, es un señor serio y conservador, con mucha paciencia y que odia las revoluciones. Tal vez por eso el golpe de timón que ha dado la franquicia parece más medido que salvaje y Shurmur, que ya se ha dado algún trompazo que otro como entrenador principal, tiene la certeza de que puede trabajar con calma sin que le exijan resultados inmediatos.

ATAQUE: Odell Beckham más Saquon Barkley

Dicho lo cual, el 99,99% de los equipos de la NFL vendería el alma al diablo por tener en su plantilla a Odell Beckham y Saquon Barkley. Dinamita por tierra y por aire. Aunque, para ser sinceros, el eterno problema de los Giants ha sido no solo la falta de un corredor estelar, sino una línea ofensiva que abre más carriles a la defensa que la Quinta Avenida. Y tal vez por eso también el equipo ha sufrido un lifting con el fichaje de un Nate Solder con mucho oficio, pero muy maltratado por la vida a sus 30 años, y la elección en segunda ronda del draft del guard Will Hernandez, al que muchos consideran uno de los grandes robos de este draft. Con ambos parece resuelto el lado izquierdo, que es el más complicado. También parece buena solución devolver a Ereck Flowers al tackle derecho para que resucite, pero mucho tendrán que mejorar Brett Jones (C) y John Jerry (RG) para que el año que viene el equipo no considere una urgencia terminar la reconstrucción de su línea ofensiva.

Qué os voy a decir del backfield. Si Saquon Barkley alcanza las expectativas, se convertirá en uno de los grandes protagonistas de la temporada, como no sea para tanto, hasta el récord 3-13 de la temporada pasada va a parecer una quimera. Jonathan Stewart parece solo un paracaídas lleno de agujeros y como Barkley se lesione va a faltar tiempo para que Eli se eche al monte.

Con Odell Beckham de vuelta el grupo de receptores vuelve a ser para quitar el hipo. Sterling Shepard confirmó en su segundo año las sensaciones del primero y Evan Engram tuvo un año de rookie fabuloso, para convertirse en ese tight end desequilibrante que Eli lleva reclamando tanto tiempo.

Antes de terminar con el ataque, un apunte. Eligieron al quarterback Kyle Lauletta con un pick alto de 4ª ronda. En otro momento me parecería poco más que el proyecto de un suplente. Sin embargo, no le perdería de vista. Podría convertirse en el heredero de Eli a muy corto plazo y creo que en NY creen en él muy en serio.

DEFENSA: Cambio a una 3-4 agresiva

El año pasado la defensa de los Giants solo cambió un jugador titular respecto a 2016. Eso no impidió que pasar de ser la segunda mejor de la NFL a pegarse un trompazo mayúsculo. Esta vez han hecho un cambio mucho más profundo con James Bettcher como nuevo coordinador defensivo, que se traerá su 3-4 y su agresividad extrema de los Arizona Cardinals. Para empezar se ha marchado Jason Pierre-Paul, uno de los abanderados de esta franquicia en la última década. Bettcher también se ha traído de Arizona a Josh Mauro para completar una tremenda línea de tres con el NT Damon Harrison y Dalvin Tomlinson, pero a Mauro le han sancionado con 4 partidos tras dar positivo, así que hasta octubre tendrán que usar a Martin (otro recién llegado de Arizona), Okwara o incluso al rookie BJ Hill. Y eso no es malo en absoluto, porque los que necesita ahora esta defensa es probar jugadores y encontrar las piezas que funcionen.

Lo único claro es que el puzzle de la nueva 3-4 está por hacer, con el propio Hill, Lorenzo Carter (LB) e incluso RJ Mcintosh (DT) elegidos en un draft que todos consideran maravilloso y, sobre todo, el trade que hicieron con los Rams para conseguir a Alec Ogletree; además de Olivier Vernon o BJ Goodson que ya estaban en la plantilla y no deberían perder la titularidad.

La secundaria debería seguir siendo una de las joyas de la corona de los Giants, pero un bloque magnífico en 2016 se derrumbó en 2017 y está demasiado cogido por los pelos en 2018. Dominique Rodgers-Cromartie se ha ido porque ya no daba para más y Ross Cockrell porque se lo han birlado los Panthers. Eli Apple ha pasado de ser un prometedor rookie a un jugador problemático en el vestuario, Janoris Jenkins vuelve de una complicada lesión y Sam Beal se lesionó para toda la temporada poco después de ser elegido en el draft suplementario. Falta profundidad y demasiadas cosas pueden salir mal. Por suerte, siempre estará Landon Collins para multiplicarse y apagar fuegos y deberán cruzar los dedos para que Darian Thompson (FS) saque su lado bueno.

Con todos esos ingredientes, Bettcher puede formar un gran bloque, pero una 3-4 como las que le gustan al ex de los Cardinals no es fácil de poner en funcionamiento y es posible que no veamos el auténtico potencial de la defensa de los Giants hasta mediada la temporada, cuando sea demasiado tarde.

CONCLUSIÓN

Todo apunta a temporada de transición en Nueva York. Aparentemente, este bloque necesitará otra offseason y otro draft para acabar de tapar agujeros. Sin embargo, Redskins y Cowboys tampoco están en un gran momento y todos sabemos que la NFC Este es año tras año una caja de sorpresas. En las casas de apuestas se están moviendo en un récord de entre 5 y 7 victorias que a mí me parece muy optimista. Hasta el Bye en la semana 9 tienen un calendario complicadísimo al que podrían llegar fácilmente con solo un par de victorias. Después todo parece algo más sencillo, pero no mucho. Al final puede ser verdad que los Giants puedan encontrar su quarterback de futuro con un pick alto del draft 2019 después de ganar 4 o 5 partidos.