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MUNDIALES DE BIRMINGHAM

Saúl Ordóñez da el bombazo: debut y bronce mundial de 800

El berciano, que se estrenaba en un gran campeonato, dio la sorpresa al ser segundo tras el polaco Kszczot y el descalificado estadounidense Windle, que luego fue readmitido.

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Saúl Ordóñez da el bombazo: debut y bronce mundial de 800

Saúl Ordóñez es el nuevo bronce mundial de 800. Un berciano descarado, de 23 años, que debutaba en Birmingham en un gran campeonato absoluto, corrió la final de 800 como un gran veterano y su inteligencia táctica le llevó directamente al podio (1:48.01), sólo por detrás del tremendo polaco Kszczot (1:47.47) y del estadounidense Drew Windle, que sería descalificado por obstaculizar rivales, pero que posteriormente fue readmitido. Ordóñez es uno de esos atletas valientes, directos, que no temen ni nombres ni marcas. “Yo no me voy a cortar con nadie”, decía en la segunda medalla de España en estos Mundiales de Birmingham tras el bronce de Ana Peleteiro.

Ordóñez, lector de libros filosofía y estudiante de Geografía e Historia, era en sus inicios fondista y tiene un correr fluido que hizo valer desde la primera vuelta de la final. No tuvo problemas en pasar en cabeza el ecuador, los 400 metros. Complejos fuera. Su táctica fue un acierto porque la carrera había salida táctica (55.73, los dos primeros giros) y Saúl tenía la mejor colocación. "Malo sería que me pasarán tres", decía y aguantó el primer lugar hasta que llegó el demoledor ataque del polaco Kszczot, Saúl se pudo enganchar a su estela mientras los de atrás, entre ellos De Arriba, se pegaban por ganar posiciones. Ordóñez llegó segundo a la recta final y sucumbió ante el estadounidense, que sería descalificado por obstaculizar en el lodo que el berciano supo esquivar. Ordóñez era plata en principio, pero la reclamación del americano le devolvió el bronce. Una decisión de ida y vuelta tomada después del drama de Husillos.

Saúl, que llegó a estos Mundiales con una marca repescada (igual que Peleteiro), es del Bierzo, como su inconfundible acento delata, y se entrena en Valladolid con Uriel Reguero, un técnico que está sacando buenos resultados a orillas del Pisuerga. Ordóñez siempre fue un talento natural, que llegó a la plata europea sub-23 en 2016 cuando preparaba casi 3.000.De él, que llegó incluso a entrenar un tiempo en Kenia, se decía que no se esforzaba demasiado, pero tras sorprender el año pasado al ganar el Nacional desmintió con descaro esas afirmaciones. "Para conseguir esto hay que trabajar mucho". Directo en sus palabras. Como siempre.

Se quedó fuera del Mundial al aire libre de Londres al no lograr la mínima a tiempo. Pero tenía guardado todo su genio y potencia para Birmingham. “Esto es un sueño, toda una experiencia para mí, el nivel era altísimo". Un mediofondista valiente, que tiene una medalla de bronce mundial tan grande como su osadía en la pista. Desde 1991, cuando Tomás de Teresa fuera plata, España no subía al podio en 800. "El descaro y la valentía son importantes en esto", cerraba el berciano.