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TRAGEDIA

Exjugador de la NFL es acusado de asesinar a su madre

De’von Hall, quien tuvo cuatro partidos con los Colts, está encarcelado con una fianza de un millón de dólares.

Ciudad de MéxicoActualizado a
Exjugador de la NFL es acusado de asesinar a su madre
Getty Images

De’von Hall nunca fue una estrella en la NFL. Pero amaba jugar y lo entregaba todo en cada partido, desempeñándose como uno de esos kamikazes de equipos especiales.

Eso no le costó la vida. Pero, tal vez, a su madre sí.

La salud mental de Hall se desvaneció rápidamente poco después de jugar cuatro partidos con los Indianapolis Colts en 2009. Su comportamiento fue cada vez más extraño.

Pasó por de las escuadras de prácticas de un puñado más de equipos de la NFL, a fumar el resto de los cigarrillos que encontraba en el suelo de un parque y un carrito de supermercado. Hasta que su mamá lo rescató de las calles.

Hall tenía dos amores, el football y su madre. Y, de acuerdo con familiares en un extenso reporte publicado por el Los Angeles Times, uno de ellos mató al otro.

Una tarde de abril, Hallcomenzó a discutir con Alecia Benson, su madre. Gritos, más gritos y después, golpes sordos y un baño de sangre. Benson estaba muerta a manos de su propio hijo.

La policía arrestó a Hall a pocas cuadras de la escena del crimen. Un juez le impuso una fianza de un millón de dólares para enfrentar su juicio en libertad. En prisión, no quiere visitas. Sus familiares creen que su estado mental es tal, que ni siquiera se ha dado cuenta que su madre ha muerto, mucho menos que él la mató. Su abogado cree que no es apto para un proceso legal.

El hermano de la víctima y tío del acusado, Tony Benson, cree que Hall sufre de un grave problema mental derivado de sus días en los emparrillados, y no tardó en señalar culpables.

“En mi opinión, la NFL debió hacer un mejor trabajo asegurándose de cuidar a este chico”, dijo al Times.

Tal vez. Señales de alarma no faltaron.

Aparecer en salas de juntas, viendo fijamente a la pared. La vez que gritó y levantó las manos, como en montaña rusa, durante el funeral de su abuelo.

En una ocasión, Hall visitó a sus excompañeros de Utah State. Uno de ellos tenía un perro que capturó la atención de Hall. TODA su atención. Lo persiguió en cuatro patas, le gruñó, lo correteó por todas las habitaciones hasta que finalmente pudieron alejar al pequeño chihuahua.

“Si hubiera atrapado al perro, no sabías si lo iba a acariciar o lo iba a matar. Había muchas señales de agresión”, recordó uno de los presentes, Caleb Taylor.

Aquel 24 de abril, el rostro desfigurado de su madre fue la última señal. Más de una vida se perdió esa noche.