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AFC Sur desde dentro

¿Señales de vida en la defensa de los Indinapolis Colts?

Indianapolis camina hacia otra temporada perdida, el motivo está en su defensa: es la peor de la liga. Sin embargo, se han visto algunos brotes verdes.

Actualizado a
¿Señales de vida en la defensa de los Indinapolis Colts?
AFP

Si un equipo tiene a un quarterback como Andrew Luck, la expectativa es que pelee siempre por ganarlo todo. Y si no lo hace, muchas de las críticas se centran precisamente en el quarterback y su rendimiento. Esta misma semana, el entrenador de quarterbacks de los Colts ha tenido que salir al paso del debate sobre si Luck retiene demasiado el balón en sus manos. El gran problema de Indianapolis, de todos modos, está al otro lado del balón, en la defensa. Algo que quizá, y sólo quizá, esté empezando a cambiar después de la victoria contra los Green Bay Packers.

Que la defensa de los Colts está para pocas alegrías salta a la vista. Un problema que viene de largo, y que este mismo verano probablemente se agravó con varias decisiones cuestionables a la hora de retener y dejar marchar a jugadores (recordemos: los Colts dejaron marchar a Jerrell Freeman para quedarse con Sio Moore… que ya está fuera del equipo).

Indianapolis ha sido incapaz de frenar tanto el pase como la carrera, y esta misma semana Pro Football Reference publicó un dato que deja bien claro el serio problema que los Colts tiene en su defensa: el 47% de los drives de los equipos rivales acaban en anotación.

Y no son precisamente pocos drives: los ataques rivales han tenido 100 en lo que va de campaña. Sólo siete defensas han tenido más trabajo en lo que va de temporada. Los Colts son también el cuarto equipo que más yardas concede por drive, el sexto que más puntos concede por drive… Y así se podría seguir un buen rato. Las estadísticas son descorazonadoras y lo que se ve sobre el campo todavía más…

… o quizá ya no tanto. En su último partido contra los Packers las sensaciones de la defensa fueron mejores. Ya no sólo por los datos (que también, menos de una cuarta parte de los drives de Green Bay acabaron en anotación, una mejoría clara respecto a lo anterior). Por primera vez en mucho tiempo se vio en los Colts la capacidad de adaptarse y anticiparse a lo que iba a hacer el rival. Chuck Pagano y Ted Monachino, su coordinador defensivo, movieron a sus jugadores para adaptarse al esquema de los Packers y les funcionó.

Con el juego de carrera bajo mínimos, a los Packers no les ha quedado otra que abandonarse al juego de pase. Contra los Colts, hubo momentos en los que jugaron incluso con cinco wide receivers en el campo (uno de ellos, Montgomery, generalmente desde el backfield como running back). Hace dos meses, eso a los Colts les habría dado igual. Habrían mantenido su secundaria titular casi inalterada, con Davis, Cromartie y Adams jugando casi el 100% de los snaps y Morris, Geathers y Green repartiéndose jugadas en el puesto de free safety y en el slot.

Contra los Packers, sin embargo, hubo cambios. Empezaron por Rashaan Melvin, un cornerback que ya había ido ganando tiempo de juego en las semanas anteriores, pero que contra Green Bay se convirtió en casi un fijo. Pocas fueron las jugadas que vio desde la banda. Se alineó en el lado opuesto a Vontae Davis y permitió el segundo cambio significativo en la secundaria de Indianapolis: Darius Butler jugó de free safety. Y Patrick Robinson se alineó casi exclusivamente en el slot.

Pero los cambios no se limitaron a la secundaria. Con Melvin, Davies, Butler, Robinson y Adams copando los cinco puestos de atrás, Clinton Geathers quedó liberado para jugar más adelantado. Fue la pareja de D’Qwell Jackson en el centro de la línea de linebackers. Edwin Jackson, el compañero habitual de Jackson, apenas pisó el campo un 15% de los snaps. El propio Pagano explicó la lógica de estos movimientos a la prensa: si los Packers iban a correr menos, pasar más y usar formaciones más ligeras, los Colts tendrían que contrarrestarlo con jugadores más rápidos en defensa.

En resumen: los Colts decidieron adaptarse, y funcionó. Que nadie se engañe: no fue una defensa brillante. Y el ataque de los Packers no es ahora mismo el mejor test con el que medir a ninguna defensa. Pero fue suficiente, y eso es mucho más de lo que ha podido decirse de la defensa de los Colts en las últimas dos temporadas.

Pagano y Monachino podrían haber dado con la clave: adaptarse o perder. Ahora tienen una semana de descanso para trabajar en ello. Y será interesante ver si siguen por el mismo camino en su próximo partido. No se me entienda mal: no hablo de mantener la alineación. Hablo de seguir adaptándose a las circunstancias. Porque el juego de su próximo rival, los Titans, es diametralmente opuesto al de los Packers: carrera, carrera y más carrera. Si los Colts consiguen una defensa que simplemente mantenga los partidos a tiro para Andrew Luck, están más que a tiempo de disputarle a los Texans el título de la AFC Sur.