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LOS ÁNGELES DODGERS

Los Dodgers afrontan el tramo final con ánimos renovados

La próxima actuación de Kershaw, ausente en los últimos dos meses por lesión, es un dato más que invita al optimismo de cara a octubre.

Las sonrisas vuelven a Chavez Ravine con el regreso de Clayton Kershaw.
Harry HowGetty Images

En un enorme porcentaje de deportes y más teniendo en cuenta la tremenda importancia que suelen tener las rutilantes estrellas en los mismos, cuando tu figura central tiene que estar de baja y no por un período de tiempo pequeño, es el momento en el que puede ser el punto y final a tus aspiraciones o condicionarlas en gran medida.

No en las Grandes Ligas de béisbol.

Cuando el pasado 26 de junio, Clayton Kershaw, el mejor pitcher del mundo lanzó por última vez en la temporada regular en una derrota ante los Pittsburgh Pirates, los Dodgers se enteraban poco después de una aparente pequeña lesión en la espalda que no tenía mayor importancia. Sin él, el panorama no era alentador y más teniendo en cuenta que los Giants permanecían destacados con ocho encuentros de ventaja.

Con fecha de 6 de septiembre, los Dodgers son los que mandan con solvencia en lo alto de la División Oeste, con cuatro partidos sobre los de San Francisco, con Clayton Kershaw a tres días de reaparecer sobre los terrenos de juego, con Yasiel Puig recuperado para la causa y con serias aspiraciones de optar a ser el segundo cabeza de serie en la Liga Nacional, una vez que los Chicago Cubs están fuera de su alcance y que los Nationals parecen más accesibles.

¿Acaso puede ser más bonita la vida por Chavez Ravine?

Bueno, en realidad la respuesta es afirmativa. Claro que puede serla, siempre que se realice una bonita parada, el clásico desfile por el centro de Los Ángeles con motivo de su primer título de las Series Mundiales desde que Ronald Reagan era presidente, allá por 1988. Y despedir al venerable Vin Scully, después de 67 años narrando al club, a lo grande.

El vuelco que se ha producido en la división ha sido espectacular, se mire por donde se mire y sólo se ha rascado la superficie del potencial que pueden lograr los angelinos. Una rotación que ha estado sobreviviendo con lo justo va a recibir la inyección de moral (y de calidad) definitiva al recuperar a Kershaw para el encuentro contra los Marlins. Lo que viene detrás no es baladí.

Julio Urías ha superado el rol que se le preveía al principio de la campaña y va a ser un activo a tener en cuenta cuando pueda arrancar la postemporada, formando parte de una rotación junto a Maeda, Kazmir y compañía. Siempre quedará la opción de relegarle al bullpen, al igual que la promesa José de León, que nunca viene mal tener brazos de calidad que puedan marcar diferencias en octubre.

El ataque se muestra algo irregular, capaz de grandes proezas como la de anoche mismo contra Zack Greinke, pero nadie puede cuestionar esa pegada y es que cuatro jugadores ya han conseguido alcanzar los 20 home runs en la temporada regular como son Seager, Turner, Grandal y Pederson más la certeza que Adrián González lo convertirá en quinteto.

Yasiel Puig ha venido con ánimos renovados y, aunque Dave Roberts ha asegurado que el cubano recibirá la mayor parte de los enfrentamientos contra los zurdos, buscando el emparejamiento más favorable para los intereses angelinos, también podría quitarle turnos a un Josh Reddick que no ha funcionado en la mayoría de las ocasiones desde su llegada y que todavía está a tiempo de ser un factor como su compañero de traspaso, Rich Hill que se perfila como escudero de lujo para Kershaw.

En el último cuarto de siglo, los Dodgers se han caracterizado por no cumplir las expectativas de forma sistemática, por deshacerse como un azucarillo cuando pintaban bastos, pero la magnífica gestión de Roberts, que le hará ser un firme candidato a ser el técnico del año incluso con toda la adversidad de establecer un récord en el uso de la lista de lesionados, hace pensar a la gerencia que puede ser su momento.

Y no sería nada raro ver que algo así suceda.