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Cuando Sandy Koufax lanzó el mejor juego perfecto

El legendario pitcher zurdo de los Dodgers realizó una hazaña, completando un partido perfecto contra unos Cubs con tres Hall of Famers en sus filas.

MaracaiboActualizado a
Sandy Koufax hizo el mejor partido de su vida en el encuentro perfecto contra unos Cubs con tres Hall of Famers en sus filas.
Getty Images

1965 fue para los Dodgers un año para recordar, debido a que volvieron a titularse campeones mundiales, su cuarto palmares en la historia de los estibadores desde que irrumpieron en las ligas mayores como los Brooklyn Atlantic de la American Association en 1884.

Ese campeonato ganado ante los Twins de Minnesota en siete desafíos, se recuerda por la maravillosa actuación del zurdo Sandy Koufax quien con 2 blanqueos consecutivos incluido el del séptimo y definitivo encuentro 2-0, les dió a los estibadores el título y fue galardonado con el premio de MVP de la Serie. Fue la misma contienda final en la cual el siniestro no lanzó el encuentro inicial de la serie por coincidir con el Yom Kippur, otro motivo por el que se recuerda a Koufax más allá del terreno de juego.

La campaña acaecida hace ya 51 calendarios tuvo un momento cúspide para Sandy Koufax del cual el próximo 9 de septiembre se cumple un nuevo aniversario: Lanzó un juego perfecto.

Sandy Koufax, previo al juego perfecto ya había logrado 3 no hits no runs en su carrera por lo que se encontraba empatado con Bob Feller en ese departamento. Con la joya monticular de 1965, no solo quebró el empate con el lanzador de los Cleveland Indians, sino que elevó la hazaña a niveles insuperables, logrando el 6to. Juego perfecto logrado en las mayores para la fecha.

Los contrincantes de Koufax en ese histórico juego fueron los Chicago Cubs, quienes se encontraban sumergidos en la octava casilla del standing de la Liga Nacional a 15 juegos de los Gigantes de San Francisco que lideraban el viejo circuito. Si bien no eran el equipo más peligroso de la liga, su alineación incluía a 3 futuros Hall of Famers: Ernie Banks, Ron Santo y Billy Williams.

El juego se llevó a cabo en el Dodgers Stadium ante 29,139 fanáticos que no se imaginaban que iban a ser testigos de uno de los duelos de pitcheos más memorables de las Grandes Ligas. El lanzador que tenía la responsabilidad de defender la trinchera de los Cachorros ante los estibadores fue Bob Hendley, lanzador de la mano equivocada como Koufax quien presentaba un récord de 2-2 con una estratosférica efectividad de 8,22 carreras limpias permitidas, a todas luces el desafío lucía desigual, pero una vez desarrollado el encuentro la labor de los lanzadores fue superlativa.

Koufax, retiró a los tres bateadores del primer capítulo recetando 2 ponches a los Cachorros, en cada una de las entradas propinó al menos un strikeout a la novena de Chicago totalizando 14 retirados por la vía del ponche a lo largo del partido.

Uno a uno de manera consecutiva el zurdo de los Dodgers retiraba a todo cachorro que se le enfrentaba presagiando una de sus mejores jornadas como profesional.

Por su parte Hendley, se mantenía a la altura de su prestigioso rival, durante los 4 primeros episodios se enfrentó al mínimo de los toleteros de los Dodgers, por lo que hasta el quinto inning ningún jugador había pisado a salvo siquiera la primera almohadilla.

El quinto tramo iba a traer la jugada definitoria del encuentro, luego que Koufax retirara con 17 lanzamientos a los oseznos, llevando a cuenta de 3 y 2 a un par de ellos, Hendley se aprestaba a enfrentar a los anfitriones por quinta ocasión, el guardabosque Lou Johnson, tomó su segundo turno al bate, logrando un boleto luego de llegar a cuenta máxima.

Walter Alston manager de los Dodgers ordenó el toque de sacrificio a Ron Fairly quien lo ejecutó a la perfección, al primer lanzamiento de Bob Hendley ante el camarero novato de los Dodgers Jim Lefebvre, Johnson salió a la conquista de la tercera base, el cátcher de los Cachorros Chris Krug lanzó hacia la almohadilla sobrevolando el tiro a Ron Santo internándose en el jardín derecho, propiciando que el corredor llegase a salvo al home con la primera rayita de los Dodgers, anotación que se había logrado sin ningún turno oficial al bate, luego de ese error fue ponchado Lefebvre y retirado El inicialista Wes Parker de manso rolling a manos del propio Bob Hendley por lo que al final la carrera fue sucia.

Mientras tanto Koufax, seguía labrando su joya sin mayores sobresaltos para seguir con la perfección, llegando al séptimo inning cuando por tercera vez se enfrentaría a la alineación de los Cachorros, los 2 primeros bateadores del episodio (Don Young y Glenn Beckert) fueron retirados fácilmente por el lanzador de los Dodgers, siendo el turno del Slugger Billy Williams quien concluyera su carrera con 426 cuadrangulares y 1475 carreras remolcadas. Sandy Koufax extremó los cuidados para evitar que el jardinero derecho de los Cachorros conectara sólidamente la bola fuera del terreno y diera al traste la labor del zurdo.

La cuenta peligrosamente se colocó en tres bolas sin strike, Koufax apretó el brazo enviando una recta por el medio del plato la cual Williams dejó pasar cantándose como bueno el pitcheo por parte del Umpire principal Ed Vargo, el serpentinero repitió el lanzamiento y esta vez el bateador hizo swing conectando de foul. Un nuevo envío de Koufax se tradujo en un fly al jardín izquierdo acabando con el inning y la amenaza de rompimiento del juego perfecto.

Habían transcurrido 6 ½ entradas y todavía ningún hit se había conectado en el juego, este momento mágico se quebró cuando nuevamente Lou Johnson tomó su turno al bate conectando doblete detrás de la primera base siendo el primer hit de los Dodgers luego de dos outs en la entrada. Después de ese parpadeo Bob Hendley, retiró con rodado al campo corto al siguiente bateador concluyendo el episodio.

En la parte alta del noveno tramo Sandy Koufax aún subyugaba a los Cachorros con 24 retirados en fila, preservando la ventaja mínima de una carrera, el inning empezó con un nuevo abanicado de parte del zurdo de los Dodgers al receptor de los visitantes, luego el manager de Chicago Lou Klein, preparó dos emergentes para tratar de quebrar el yugo, ¡Koufax no se amilanó y ponchó sucesivamente a Joey Amalfitano y Harvey Kuenn para dar por terminado el juego!

El encuentro terminó con un solo hit y únicamente Lou Johnson como el solitario corredor embasado en dos oportunidades en todo el desafío (ambos eventos récords en las mayores), Koufax alcanzó su vigésimo segundo triunfo, apuntalando a sus Dodgers en una carrera que les permitiría alcanzar a los San Francisco Giants con una reacción de 17 triunfos y sólo 4 derrotas luego de la hazaña de Koufax y que solo acabó con la conquista de la serie mundial.

Sandy Koufax, terminó la campaña con una foja de 26 triunfos y 8 derrotas con un ERA de 2.04 y alcanzando la cifra record de 382 ponches, obteniendo su segundo premio Cy Young de su carrera ambos conferidos de forma unánime, secundando a Willie Mays en el MVP del viejo circuito.

Bob Hendley, quien terminó la campaña con 4-4 y ERA 5,96 tuvo su pequeña revancha ante Sandy Koufax cuando lo venció 5 días después 2-1 en juego realizado en Wrigley Field, en labor completa permitiendo 4 imparables y una sola carrera.

El juego perfecto de Sandy Koufax es uno de los 21 juegos de esta naturaleza concretados en la era moderna de historia de las Grandes Ligas (hubo dos en el siglo XIX) desde que Cy Young labrara el suyo el 5 de mayo de 1904 hasta que Félix Hernández cristalizara la joya más reciente el 15 de agosto de 2012.

Sin embargo, el mejor juego perfecto alguna vez lanzado en la gran carpa pertenece al gran Sandy Koufax quien con 113 lanzamientos obtuvo la hazaña y tuvo un extraordinario adversario en el humilde y desconocido Bob Hendley que con 77 lanzamientos en 8 entradas sólo permitió un hit y una carrera inmerecida.