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Desde el Bullpen

El Swing de Bernie Williams

Hay personas que tienen la suerte de la vida que soñaron, Bernie Williams ha vivido dos de esas vidas.En 1985, con 17 años, firmó por los New York Yankees.

El Swing de Bernie Williams
Getty Images

Bernabé Williams era un marino mercante, que después de uno de sus viajes, llegó a su casa de Puerto Rico con un regalo especial para su hijo de ocho años “una guitarra española”. En cuanto cayó en manos del pequeño Bernie, el niño fue presa del embrujo de aquellos sonidos flamencos y despertó en él una pasión por la música que le ha acompañado toda la vida. Bernie, además, era un muchacho con unas condiciones atléticas fabulosas, destacando en la distancia de 400 metros lisos y llegando a ser uno de los mejores del mundo de su edad. Pero en esto que, al igual que con la guitarra, un bate terminó en sus manos floreciendo en él su otra gran pasión, el béisbol.

En 1985, con 17 años, firmó nada más y nada menos que por los celebérrimos New York Yankees. Tras unos años en Albany, un equipo de las ligas menores asociado a los neoyorkinos, debutó en 1991 con los del uniforme a rayas cubriendo el hueco que una lesión impedía ocupar a Robert Kelly. Tardó un poco más de lo esperado en dar el salto porque el outfield de los del Bronx era sólido, pero una vez que apareció por el jardín central de la casa que construyó Babe Ruth no abandonó esa posición, haciendo buenas todas aquellas esperanzas puestas en él.

Su currículum con los bombarderos del Bronx es envidiable. Conquistó cuatro series mundiales, tres de ellas consecutivas; fue seleccionado cinco veces para el partido de las estrellas; fue el jugador más valioso de la liga americana en el año 96; logró cuatro guantes de oro y un bate de plata, además de tener el honor de ver retirado su número 51 en mayo de 2015.

Durante sus años en el Bronx nunca abandonó su otra pasión y era habitual escuchar música tanto en la clubhouse como en los viajes de los Yankees. En 2003, publicó su primer álbum “The Journey Within”. Desde que se retiró en el año 2006, se ha dedicado a la música y ha publicado un segundo álbum “Moving Forward”, que le valió una nominación en 2009 a los Grammy Latinos como mejor álbum instrumental. Además es coautor del libro “Rhythms of the Game: the link between Music and Athletic Performance”, en el que se analiza el vínculo entre la música y el rendimiento deportivo.

Los Yankees viven tiempos de zozobra y piensan, como Jorge Manrique, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Ocupan la última posición de su división con un paupérrimo número de victorias. En las gradas añoran a Mariano Rivera, a Derek Jeter, a Andy Pettite y al propio Bernie Williams el núcleo de un equipo, Core Four, que, dirigido por el no siempre justamente valorado Joe Torre, dio años de gloria e incrementó la ya de por si enorme leyenda del equipo de béisbol más famoso del mundo.

El swing de Williams, el movimiento para batear la bola, era un verdadero primor, por algo mantiene el record de carreras impulsadas en post – temporada. A los aficionados les queda llegar a casa y que el swing instrumental de Williams les endulce un año que de momento tiene regusto de amarga hiel.