Los dobletes de Álex y Rivillos permiten a España ser primera

España necesitaba dar un golpe en la mesa y eso fue lo que hizo ante Ucrania. La Selección venció con claridad (4-1) a una rival que había brillado en su debut en un duelo entre dos selecciones que ya estaban clasificadas para cuartos, pero que se jugaban el primer puesto del grupo. Una primera plaza que se la llevaron con todo merecimiento los jugadores de José Venancio, que fueron de menos a más, donde todos aportaron, algo que será clave en cuartos ante la Portugal de Ricardinho (lunes, 21:00 Eurosport2).

Triunfo que arroja optimismo de cara a ese cruce, y más después de un partido donde Ucrania salió a por todas desde el principio. Su planteamiento se basaba en la intensidad, con continuas rotaciones, y orden táctico para frenar a España. Esa presión complicó mucho la salida a la Selección, a la que le costaba combinar en campo ucraniano. En un principio fueron los tiros lejanos, con uno de Pola al poste como más destacado, la solución de urgencia.

Tampoco Ucrania llegaba demasiado, pero sí que obligó a esforzarse en alguna ocasión a un Paco Sedano más seguro que en el primer choque. Y es que fue clave aguantar la embestidas rivales en los primeros minutos porque, aunque el empate le valía a Ucrania para ser primera, el tiempo parecía correr a favor de la Selección. Cada vez se sentía más a gusto y Rivillos remató forzado arriba la primera gran combinación española.

A esa mejoría fue clave Álex. El pivote de Cieza supo leer el partido y ofrecer salidas claras de balón con continuos apoyos. No dejó de intentarlo aunque eso le costara alguna dura entrada rival. Y no podía ser otro el que, en el último minuto de la primera mitad, pillara desprevenida en jugada de estrategia a toda la defensa ucraniana y marcara el 1-0. Gol psicológico, que se suele decir, y reflejo de que España iba de menos a más.

La segunda parte fue reflejo de ello. A punto estuvo Álex de volver a marcar en jugada idéntica. Tal era la mejoría española, que Kosenko, seleccionado ucraniano, intentó romper la dinámica con portero-jugador. Pero lo que parecía una amenaza se convirtió en un suicidio en el enésimo mal uso del ataque de cinco en esta Eurocopa. La primera jugada acabó en robo de Lin y, tras rechace, en el 2-0 de Rivillos. Pero ahí no acabó la sangría, porque Álex volvió a robar para anotar el 3-0 y sentenciar el partido.

El tanto de Grytsyna ya no inquietó a una Selección que era completa dueña del encuentro, y que completó con el segundo de Mario Rivillos tras un remate 'mordido' que acabó entrando con algo de fortuna. Un 4-1 que debe dar moral de cara a cuartos, donde ya no hay lugar para dudas o fallos.