La gimnasia vuela a los Juegos con “una foto histórica”

En una Sala Samaranch abarrotada, en el Consejo Superior de Deportes, este martes, el equipo olímpico de gimnasia se presentó en sociedad a pocos días de volar a París. “Lleno absoluto, eh”, dejaba escapar el Secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, al buscar su sitio. No era casualidad. Por primera vez en la historia, la gimnasia española estará totalmente representada en los Juegos, con presencia en las tres modalidades olímpicas (artística, rítmica y trampolín). En total, la delegación contará con 17 gimnastas, siendo la segunda más poblada tras la de China. Una “foto histórica”, como definió el presidente de la Real Federación Española de Gimnasia (RFEG), Jesús Carballo, al tomar la palabra. “Esto muestra el gran nivel que tenemos. No nos hemos dejado nada en el tintero. Desde equipos técnicos a médicos y deportistas, todos hemos dado lo mejor para perseguir nuestros sueños”, añadió.

En París, esos sueños tomarán muchas formas. El equipo masculino de artística, por ejemplo, aspira a estar en la final olímpica. Tras un ciclo muy duro, con dificultades tanto a nivel individual como colectivo, están aún más unidos que en Tokio, donde ya compitieron conjuntamente. “Llevamos mucho tiempo luchando como grupo. Ya tenemos la experiencia. Venimos de dos Mundiales muy buenos y podemos hacer algo grande”, expresó Joel Plata, el peor parado (fractura de fémur, además de numerosas heridas) del grave accidente que el equipo al completo sufrió el año pasado, camino de una competición en Portugal. “Solo con la final ya haríamos historia, pero queremos acercarnos lo máximo posible a esas tres primeras plazas”, ratificó Ray Zapata, plata en Japón y, de nuevo, con la intención de “luchar por todo” en suelo, su especialidad.

La delegación femenina, por su parte, opositará alto tanto en la artística, con Alba Petisco, Ana Pérez y Laura Casabuena como representantes individuales, como en la rítmica, con las medallas como objetivo. “Hace tres años, estaba prácticamente retirada y ahora sueño con la final. En Río estuve sola. Estar con ellas ahora ya es increíble”, celebró Pérez, olímpica por segunda vez tras superar una rotura de dos ligamentos del tobillo derecho y del cuarto metatarsiano del pie izquierdo. “Llegamos como habíamos imaginado y soñado. Están en su mejor momento de forma. Estoy segura de que, con la ilusión del momento, las cosas saldrán como tienen que salir”, avisó, por el otro lado, Alejandra Quereda, seleccionadora del conjunto de rítmica y el nexo de unión con la plata olímpica que se logró en 2016. Tras dos bronces mundiales y proclamarse campeonas de Europa el pasado mayo, se vuelve a apuntar hacia los metales.

El trampolín, el salto definitivo

Por primera vez en la historia, en París, España contará con representantes en la gimnasia de trampolín. David Vega y Noemí Romero, que además son pareja sentimental, ejercerán como pioneros. “Espero lo mejor de ellos. Ha costado mucho llegar hasta aquí (solo se clasifican 16 deportistas por género). La idea es ir con todo”, les dedicó el entrenador nacional, Guillermo Vila, a sus pupilos, que tienen preparados dos ejercicios muy especiales. Vega tiene una rutina de seis triples, algo que sólo pueden realizar tres o cuatro gimnastas más; Romero, por su parte, “sorprenderá” con algo que nunca se ha realizado en categoría femenina. “El talento es evidente y buscáis la perfección. Venimos de un fin de semana increíble (la Eurocopa y Wimbledon estuvieron muy presentes) y vamos con una expedición extraordinaria a París”, cerró y resumió Rodríguez Uribes. Que siga la fiesta.

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