Los Raiders se afianzan en playoffs a costa de los Jets

Ya no es ninguna broma: los Oakland Raiders son los más serios candidatos a ocupar una plaza de wildcard para los playoffs de la AFC. Esta sentencia, que podría snoar a risa en temporadas pasadas o, incluso, hace apenas dos meses, no hace sino confirmarse semana a semana. Sus últimas víctimas, los New York Jets, son candidatos al mismo puesto y cayeron con contundencia por 34 a 20.

Por segunda semana consecutiva los Raiders sólo necesitaron una mitad para conseguir una victoria. Si la semana pasada ganaban por tres decenas de puntos a los Chargers al descanso, hoy el marcador señalaba un muy explicativo 21-3 cuando los jugadores enfilaron el túnel de vestuario al final del segundo cuarto.

Y es que este grupo de jóvenes descarados ha tomado como costumbre asaltar los partidos por la fuerza de los hechos de entrada y, luego, tratar de evitar errores. De momento lo van consiguiendo.

La gran defensa de los Jets ha salido tocada de su duelo con los Patriots de la semana pasada. Esa es una posible explicación a su desempeño frente a los Raiders. Es posible que estén en una minicrisis de identidad y, por eso, concedieran una tonelada de yardas tras contacto. Es difícil ver a una defensa que es élite en esta liga ser tan poco eficaz en el placaje como en el touch down que Taiwan Jones consiguió tras zafarse de cuatro contrarios.

Pero no fue la excepción. Michael Crabtree, Andre Holmes e, incluso, Clive Walford, disfrutaron del mismo trato.

Que Amari Cooper no esté en la lista habla, sobre todo, de la inteligencia de Derek Carr. El QB de los Raiders entendió en seguida que Darrelle Revis estaría encargado de su mejor hombre y, por eso, buscó a los actores secundarios del ataque. Antonio Cromartie, el otro CB de los Jets, quedó retratado en más de una ocasión por la insistencia con la que Carr le cazó. Tiene cuajo de gran pasador este chico, y de tener una cabeza muy bien amueblada.

Junto a ellos Latavius Murray sumó 113 yardas por tierra. Una semana después de que los Patriots despreciasen la carrera contra los Jets, los de Oakland se empeñaron en desnudar las inseguridades de una línea que se tenía por inaccesible. No estos días, desde luego.

En el otro lado del balón el drama no dejaba respirar a los Jets. Ryan Fitzpatrick se lesionaba un ligamento del pulgar y tenía que dejar su puesto a un impotente, en la mayor parte de la tarde, Geno Smith. Es cierto que acabó por concretar un par de buenos drives, pero eso es algo con lo que se cuenta ante unos Raiders que, una vez establecida su ventaja, juegan a dejar pasar el tiempo y a dejar hacer al ataque rival siempre y cuando no haga big plays.

En una de esas jugadas, con toda la secundaria preocupada de no conceder espacios a su espalda, Geno salió corriendo y consiguió una ganancia considerable. Ahí demostró no tener la capacidad para leer el partido Derek Carr. En vez de salir por la banda al final de la carrera, o iniciar el slide, se dedicó a percutir contra el CB. Salió despedido, por supuesto. Y magullado, desde luego. Hubiese sido dramático para su equipo perderle en esas circunstancias, por una heroicidad mal entendida.

Nada de todo ello alteró el ritmo del plan de los Raiders, que volvió a salir a la perfección. Con 4-3 de récord se ponen por delante de los Jets, también con 4-3 pero habiendo perdido con ellos (como estáis leyendo en esta crónica), y de los Steelers, con 4-4, en la que parece la carrera por los puestos de wildcard de la conferencia. Estos chavales no tienen pinta de tenerle miedo a nada, y su bisoñez puede causarles cometer errores tontos, sí, pero con las mismas tienen un desparapjo que los hace peligrosísimos.

Y por parte de los Jets, lo cierto es que encadenan dos derrotas seguidas y, lo que puede ser peor, han dado muestras de tener un pequeño conflicto interno sobre su verdadero nivel, sobre quienes son y sobre lo que tienen que hacer para ganar partidos. Algo que suele suceder a todos aquellos que juegan con los Patriots y han de volver al mundano mundo de tratar de ganar al domingo siguiente.