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Sin Tony Romo no se acaban los Dallas Cowboys

Tony Romo llamó inmediatamente al propietario de los Cowboys tras pasar por Rayos-X, hablaron durante el partido, y coincidieron en una cosa: los dos estaban asqueados.

El propio Romo fue el encargado de comunicar que no necesitará cirugía y, además, el tiempo de recuperación será de ocho semanas. Por lo que posiblemente regresaría en la semana 11 contra Miami, o un regreso estelar en el clásico de Acción de Gracias contra los Panthers.

Jerry Jones no tardó en ver el lado positivo del asunto, declarando que “la buena noticia es que tenemos a varios chicos que están mordisqueando la pata de la silla para salir al campo

Pese a que Brandon Weeden y Kellen Moore tienen la total confianza del staff técnico, los Cowboys precisan añadir ahora mismo algo de profundidad a la posición de QB. No tardóa la prensa en preguntar por Tim Tebow, a lo que Jerry Jones respondió con extrema simpatía que “es un nombre a considerar”. Pero no os hagáis ilusiones, Jerry sólo trataba de ser amable. Christian Ponder, Josh Johnson y Matt Flynn son los que a priori tendrán una oportunidad para formar parte del roster.

El destino puede ser caprichoso si reúne a Matt Flynn con Jason Garrett, y es que Flynn es quizá el jugador que más cerca ha estado de provocar que Garrett dejase de ser entrenador de los Dallas Cowboys, además de ser una figura decisiva para que la franquicia tomase el esperanzador rumbo actual. Y pensaréis, ¿esto por qué?, hay que retroceder al penúltimo partido de la temporada regular de 2013. El rival eran los Green Bay Packers, sí, pero con Matt Flynn y no Aaron Rodgers al mando del equipo. Los Cowboys se fueron al descanso con una ventaja de 23 puntos, ventaja que por supuesto acabaría desapareciendo para provocar la mayor remontada que el equipo sufrió en su historia, además de la primera piedra para establecer una fundación, ese día se comenzó a decidir el futuro de la franquicia y fue clave para poner la primera piedra: Zack Martin. Pero también pudo haber sido definitivo para Garrett, la opinión pública pedía su cabeza, su verdugo pudieron haber sido los Packers de Matt Flynn.

Cabe mencionar a la unidad que debe dar un paso adelante, y Marinelli a buen seguro ya les tendrá más que concienciados para ello. La defensa de los Dallas Cowboys está permitiendo 257.5 yardas por partido, la tercera mejor marca en la NFL sólo por detrás de Denver y Washington. Este rendimiento en gran parte es gracias al magnífico estado de forma de Sean Lee, Jason Garrett lo sabe: “Sean Lee es un gran líder, y además hace un montón de jugadas. Hace que el nivel de todos sus compañeros mejore. Simplemente es un jugador espectacular

“Me siento tan hundido como el culo de un grillo tullido

“Me siento tan hundido como el culo de un grillo tullido”, así definía Jerry Jones su estado de ánimo tras conocer el alcance de la lesión de Tony Romo.

Pero hoy os quiero hablar en especial del que ahora mismo es el segundo quarterback de los Dallas Cowboys, Kellen Moore. Con Brandon Weeden se puede contar para apagar un incendio, pero siempre que ha sido titular su rendimiento no ha sido bueno. En cambio Kellen Moore es un misterio parala NFL, no ha disputado un solo snap en los cuatro años que lleva en la liga. Pero con los Detroit Lions siempre hizo buenas pretemporadas, por lo que empezó a ser conocido como “Mr. Agosto”.

Moore ha sido uno de los jugadores más ganadores en la historia del college football, esto desde un programa pequeño pero orgulloso como Boise State. No por nada los de Idaho dicen ser el más grande entre los pequeños. En su etapa universitaria ganó 50 partidos, y puso en serios aprietos al sistema colegial, los Broncos de Boise State aspiraban al campeonato nacional pero por su calendario jamás les permitieron ese honor, pese a que con Moore a los mandos siempre que tenían la oportunidad de machacar a una ‘powerhouse’, lo hacían.

Kellen Moore lleva el football en la sangre como pocos jugadores en la NFL. Su padre fue durante 23 años entrenador de High School en su Washington (Seattle) natal, dirigiendo a los Mustangs de Prosser con los que ganó varios campeonatos estatales. Además, su hermano Kirby fue receptor en Boise, y es a día de hoy uno de los asistentes ofensivos en los Washington Huskies.

Moore ha sido titular tres años en High School, y cuatro en college, donde repito, ganó 50 partidos. Conoce este deporte, y mejor todavía, conoce su juego y sus propias limitaciones, sabe perfectamente lo que es capaz de hacer y lo que no. Además, conoce el playbook de los Dallas Cowboys a la perfección, siendo en este sentido una gran ayuda para el resto de la plantilla.

Moore ha sido uno de los jugadores más ganadores en la historia del college football

Con este espectacular currículum, ¿qué ha ocurrido para que Moore no fuese siquiera drafteado? Lo de siempre, dudas con su altura y complexión física. Kellen Moore es un jugador pequeño (1,83), y con limitaciones físicas evidentes. Pero tiene a su favor una inteligencia y football IQ innata.

En Detroit, Moore no era un quarterback del agrado de Jim Caldwell, que prefería a Dan Orlovsky. Es entonces cuando Scott Linehan ve la oportunidad de traerlo a Dallas, Linehan es una figura clave en los Cowboys de la temporada pasada desde la función de ‘playcaller’, y ahora como coordinador ofensivo. Linehan fue el primer coordinador que tuvo Kellen Moore enla NFL, sus dos primeros años en Detroit los pasaron juntos por lo que Moore se encuentra familiarizado con el sistema de los Cowboys.

Scott Linehan ha hablado siempre extremadamente bien de Kellen Moore, destacando su extrema inteligencia además de su precisión.

El papel de Moore en este primer año dentro de los Cowboys iba a ser el de un prospecto a desarrollarse en vistas al futuro de la franquicia, por detrás de otros veteranos como Romo y Weeden. Podría convertirse perfectamente en un nuevo Jon Kitna para la franquicia, los dos curiosamente proceden del mismo estado.

Resulta curioso que hayan hasta cuatro jugadores de Boise State en los Cowboys, pero así es, por lo que Moore desde el primer día se ha encontrado con caras más que familiares: Orlando Scandrick, DeMarcus Lawrence y Tyrone Crawford. Todos fueron Broncos de Boise, y todos son importantes en estos Cowboys, falta por ver si Kellen Moore puede serlo. No sería la primera vez enla NFL que una lesión impulsa a un jugador del que nadie espera nada, salvo sus técnicos y unos pocos ilusos entre los que me incluyo.