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Yoenis Céspedes ha sido una bendición para los Mets

La situación ideal para todo GM que afronta la fecha clave para el mercado de traspasos en la MLB, situada hasta la fecha en el 31 de julio, es lograr adquirir los servicios de un jugador que pueda cubrir una necesidad significativa del club y por el que no tengas que pagar un rescate (en jugadores) digno de un rey.

Todavía es pronto para evaluar lo que podrán hacer aquellos jugadores implicados en la operación con Detroit apenas unos minutos antes del cierre del plazo, pero lo que no cabe ninguna duda es que Yoenis Céspedes ha cambiado radicalmente la profundidad del turno de bateo de los New York Mets, que parecen ahora la reencarnación de los Bombarderos del Bronx de 1927. Bueno, quizás esto último pueda ser algo excesivo.

En el inicio de una de las series más apasionantes que se recuerdan hasta la fecha o al menos hasta que lo hagan la de los Yankees y los Blue Jays, el vaivén de situaciones que se fue fraguando a lo largo del duelo entre Max Scherzer y Jonathon Niese tuvo, entre otros, el enorme protagonismo del cubano que volvió a dejar huella como viene ocurriendo desde su llegada a Queens.

Céspedes lograba en primer partido de la serie acumular un total de tres hits de bases extra, más concretamente, un home run y dos dobles. Lo que ya de por si es una proeza extraordinaria, no resulta para nada extraño para él ya que se trata de la tercera vez desde que se puso la camiseta de los neoyorquinos.

Sólo cuatro jugadores han hecho lo mismo en la historia de los Mets. Darryl Strawberry (1987), Carlos Beltrán (2006), David Wright (2008) y Lucas Duda (2015). Lo más significativo es que Céspedes lo ha hecho en 34 encuentros mientras que el resto lo lograron a lo largo de toda una temporada regular que comprende 162 partidos. Simplemente descomunal.

En un año en el que hemos presenciado las grandes actuaciones de diferentes jugadores de posición (no creo que vayamos a ver a Zack Greinke llevarse también el MVP como hizo Kershaw el año pasado o Verlander en 2011), es de recibo hablar positivamente de lo logrado por el cubano a pesar de partir en desventaja respecto a Bryce Harper, Anthony Rizzo, Andrew McCutchen o Paul Goldschmidt, que han militado toda la temporada en sus respectivos conjuntos.

Sus posibilidades de ganar oscilan entre el cero y la nada pero muy bien representado estará como le ocurrió a Manny Ramírez en 2008 o ya rebuscando un poco más allá, a Fred McGriff en 1993 o a Rick Sutcliffe en 1984. ¿Cómo no puede ser valorado alguien que desde que ha aterrizado en Queens ha colaborado muy activamente a que los Mets tengan un récord de 23-11? ¿O alguien que tiene un slugging de .669, sólo superado por Carlos González desde el 1 de agosto?

Toda esta conjunción de situaciones le va a venir a las mil maravillas a Yoenis Céspedes. Aunque ahora está jugando más bien como exterior central, que no es ni por asomo su mejor puesto, para dar acomodo en la izquierda a Michael Conforto o al veterano Michael Cuddyer, esa polivalencia le va a venir fenomenal de cara a la agencia libre.

Por ahora, Céspedes no deja de subrayar lo cómodo que se encuentra con su equipo actual y queda por ver si los Mets estarían dispuestos a hacer un esfuerzo importante por un jugador que ha resultado ser la pieza que faltaba en el engranaje. Ese será uno de los grandes temas durante los próximos meses.

Eso o hasta que suceda la última entrega del serial de Matt Harvey.