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LIGA DE CAMPEONES | VALLADOLID 33 - HAMBURGO 35

El Cuatro Rayas, eliminado a manos del Hamburgo

El equipo local jugó un buen encuentro y creyó en sus opciones de remontar los seis tantos de ventaja que el Hamburgo gestó en la ida, ya que llegó a adquirir una renta de dos tantos.

El Cuatro Rayas BM Valladolid ha caído eliminado en los octavos de final de la Liga de Campeones a manos del poderoso HSV Hamburgo, equipo que también se adjudicó el partido de vuelta celebrado hoy en el polideportivo Pisuerga de Valladolid (33-35). El equipo local jugó un buen encuentro y, por momentos, creyó en sus opciones de remontar los seis tantos de ventaja que el Hamburgo gestó en la ida, ya que incluso llegó a adquirir una renta de dos tantos en bastantes instantes del segundo tiempo.

Defendió bien y supo tener paciencia para desprenderse de los férreos marcajes de los jugadores alemanes, aunque, al final, la mayor calidad individual del Hamburgo fue la que acabó con las ilusiones vallisoletanas. El HSV Hamburgo recuperó la defensa 3-2-1 que tanto daño causó a los vallisoletanos en la ida. Así, en los primeros minutos del partido, el bloque teutón forzaba que el bloque vallisoletano lanzase desde muy lejos. Mientras, el HSV Hamburgo maceraba sus posesiones hasta encontrar el lanzamiento certero y fácil.

A los diez minutos de juego, los visitantes llevaban una ventaja de dos goles pero en ningún momento enmudeció el polideportivo Pisuerga. Un resultado nada favorable para los intereses del equipo dirigido por Juan Carlos Pastor, que debía hacer más en ataque para seguir soñando con la remontada. No podía, ni siquiera cuando el conjunto alemán estaba en inferioridad numérica. Entonces, el HSV Hamburgo encontró los primeros contragolpes del partido con los que hace tanto daño. Pastor lo detectó rápido y pidió un tiempo muerto para intentar frenar la ventaja teutona de tres goles.

No sirvió de nada, pues, a pesar de que el Cuatro Rayas BM Valladolid andaba con la mirilla ajustada, el HSV Hamburgo era un francotirador implacable que finalizaba en las redes cada ataque. La defensa vallisoletana no estaba ajustada y los alemanes dejaron el marcador al descanso en 16-19. En la reanudación, el HSV Hamburgo siguió encontrando en las internadas hacia el centro de Lijewski su mejor y más eficaz exponente ofensivo. Sin embargo, el Cuatro Rayas BM Valladolid andaba más inspirado y, en los primeros cinco minutos del segundo tiempo ajustó su retaguardia para fraguar ataques vertiginosos en los que Gurbindo y Tvedten sellaron el empate a 21.

Pisuerga se encendió aún más y el Cuatro Rayas BM Valladolid se puso por vez primera por delante en el electrónico con paciencia y transiciones orquestadas. La remontada, la machada era factible, pues todavía restaban quince minutos y la ventaja del equipo vallisoletano era de dos goles (28-26). Una renta que recuperó a algo más de cinco minutos del final tras unos instantes en los que el Cuatro Rayas BM Valladolid perdió la excelsa puntería. No pasó de ahí. Ese fue el impenetrable paso fronterizo en el que el HSV Hamburgo delimitó sus concesiones para, en los compases finales, sustentado en varias intervenciones de Bitter, lograr no sólo el pase a cuartos de final, sino también la victoria en el partido de vuelta gracias a un parcial final de 1-5.