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VESZPREM 30-BARCELONA BORGES 26 | LIGA DE CAMPEONES

El Barcelona esquiva la sorpresa y pasa a cuartos

Con la renta de siete tantos del partido de ida, el equipo catalán acudía al Vezsprem Arena consciente que no podía relajarse en su visita a un feudo inexpugnable desde marzo de 2009.

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El Barcelona esquiva la sorpresa y pasa a cuartos
El Barcelona esquiva la sorpresa y pasa a cuartos

El Barcelona Borges accedió hoy a los cuartos de final de la Liga de Campeones, a pesar de perder (30-26) en la pista del MSK Veszprem en un encuentro en el que los azulgranas lograron esquivar lo que hubiera sido una sorprendente remontada de los húngaros, tras cuajar un nefasto primer tiempo. En el partido de ida lograron una renta de siete tantos (28-21).

Y pese a que los azulgranas arrancaron el partido con el mismo siete que remató a los húngaros en los últimos quince minutos del anterior duelo, el Veszprem tomó las riendas del juego, liderado por las paradas del meta Peric. El Veszprem llegó a ponerse 14-5.

Espeso en su juego, y pasados diez minutos de encuentro, el Barcelona solo había anotado un tanto, impotente ante unos locales que incrementaban el marcador con soberana facilidad, fruto de su presión de la defensa y veloces contraataques. Tres tantos seguidos de Sulic distanciaron a los húngaros (6-1).

Pese a que los culés consiguieron detener la avalancha local durante unos instantes, la fulgurante entrada en escena del cubano Carlos Pérez rompió de nuevo el marcador (9-3, m.16).

Pero fue el meta Peric quien se convirtió en el hombre fundamental de los locales, con 12 paradas increíbles (71 por ciento de efectividad), mientras que De Vargas poco podía hacer ante las embestidas del Veszprem.

Solo los lanzamientos de penalti de Juanin y la mejoría del juego de los pivotes visitantes consiguieron superar al inspirado portero, que permitió a su equipo marcharse al descanso con un 15-8 en el marcador, justamente la diferencia de goles que los hombres de Lajos Mocsai necesitaban para remontar la eliminatoria.

La llegada del segundo tiempo pareció espolear al equipo español, que en tres minutos entró en el partido con cuatro goles consecutivos, tres de ellos del húngaro Nagy, ausente hasta entonces en el regreso a su tierra (15-12).

El encuentro se transformó entonces en un intercambio de golpes -y goles- que "normalizó" el marcador, con un Barça que rondaba una desventaja de dos o tres goles (19-17, min.12).

Tanto cambió el encuentro que el meta culé Sjöstrand acertaba en cada intervención, las faltas en ataque húngaras se sucedían y los azulgranas aumentaban su efectividad, hasta que Juanin, con su cuarto gol de penalti, empató el partido a los 44 minutos, tras un espectacular parcial de 4-11.

Ese ir y venir se prolongó hasta el final del encuentro, que finalizó con una derrota del Barcelona que, visto el negro panorama que auguraba el primera tiempo, le supo a victoria.